Las fuerzas rusas liberaron otras tres localidades en la región sureña de Kursk, ocupada parcialmente por Ucrania desde agosto pasado, para un total de cuatro localidades en un día, según el Ministerio de Defensa de Rusia.
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“Las Fuerzas Armadas de Rusia continúan derrotando al Ejército ucraniano en la región de Kursk. Gracias a las acciones decididas de las unidades de la agrupación militar Séver (Norte) fueron liberadas localidades Malaya Loknia, Cherkásske Poréchoe y Kositsa”, indicó en Telegram el mando militar ruso.
Este domingo Defensa ya había informado de la liberación de la localidad de Lébedevka, ubicada cerca de siete kilómetros al norte de Sudzha, la mayor ciudad bajo control del Ejército ucraniano en esta región.
Apti Alaudinov, subjefe de la Dirección Político-Militar de las Fuerzas Armadas de Rusia, afirmó anoche que “las unidades del Ejército ruso comenzaron una ofensiva de gran escala” en todos los sectores el frente de Kursk.
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“Nuestros muchachos avanzan bien”, aseguró, al señalar que “el enemigo huye, abandona sus posiciones”.
Según blogueros militares rusos, las fuerzas rusas lograron salir a la retaguardia ucraniana a través de un gasoducto, a semejanza de como lo hicieron durante la toma de la ciudad ucraniana de Avdivka en la región de Donetsk, causando gran cantidad de bajas al enemigo.
El Estado mayor ucraniano confirmó que grupos de asalto ruso utilizaron el gasoducto Urengói-Pomari-Úzhgorod, cuyo diámetro es de 1,4 metro, pero aseguró que fueron “oportunamente detectados” y aniquilados.
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Rusia continúa su ofensiva en esta región sin poner fecha a su posible recuperación, aunque ha negado que cambiará este territorio por territorios ucranianos ocupados por las fuerzas rusas.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que “las unidades ucranianas serán expulsadas de este territorio, todos. Aquellos que no sean expulsados, serán liquidados”.
El pasado 6 de febrero se cumplieron seis meses de la incursión ucraniana en Kursk, operación que cogió desprevenida a la guardia fronteriza rusa.
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Desde entonces, los rusos han conseguido recuperar más del 60 % del territorio bajo control ucraniano, pero no han podido expulsar al enemigo.
