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El número de ejecuciones registradas en el mundo en 2024 fue de 1.518, un récord desde 2015, con Irán, Arabia Saudí e Irak en cabeza, informó este martes Amnistía Internacional (AI), que alertó no obstante de que faltan datos de grandes perpetradores como China, Corea del Norte o Vietnam.

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La organización pro derechos humanos señaló en su informe “Condenas a muerte y ejecuciones 2024″ que la cifra del año pasado es ligeramente inferior a la de hace diez años, cuando hubo al menos 1.634 ejecuciones.

Además, corresponde a solo 15 países, la cantidad más baja por segundo año consecutivo, dado que cada vez hay más Gobiernos que eliminan esta forma de castigo.

Según la ONG, actualmente hay 113 Estados que han abolido la pena de muerte totalmente y 145 que la han eliminado bien por ley o en la práctica.

De las 1.518 ejecuciones contabilizadas en 2024, un 91 % se llevaron a cabo en Irán, Irak y Arabia Saudí.

Irán ejecutó al menos a 972 personas, 119 más que en 2023, lo que representa un 64 % del total conocido, mientras que Arabia Saudí duplicó su cómputo anual, de 172 a unos 345 ciudadanos. Irak casi cuadriplicó sus ejecuciones, de al menos 16 en 2023 a un mínimo de 63 el año pasado.

Arma política

En Estados Unidos se ejecutó a 25 personas en 2024 -frente a 24 el año anterior-, con una tendencia al alza desde el fin de la pandemia de COVID-19, según el informe.

Amnistía denunció que el presidente, Donald Trump, estuvo entre los dirigentes que esgrimieron la pena de muerte como arma política, “al invocarla como vía para proteger a la gente ‘de violadores, asesinos y monstruos’, promoviendo la falsa narrativa de que ese castigo tiene un efecto disuasorio especial sobre la delincuencia”.

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La secretaria general de AI, Agnès Callamard, señaló que “quienes se atreven a desafiar a las autoridades se enfrentaron a los castigos más crueles especialmente en Irán y Arabia Saudí, donde la pena de muerte se utiliza para silenciar a los que tienen la valentía de alzar la voz”.

Callamard denunció además que “más del 40 % de las ejecuciones de 2024 se llevaron a cabo ilegalmente dado que fueron por delitos relacionados con drogas”.

“Según el derecho internacional, el uso de la pena de muerte debe restringirse a los delitos más graves, y las condenas por delitos de drogas no cumplen este requisito”, afirmó.

Según el informe, las ejecuciones por ese motivo fueron frecuentes en China, Irán, Arabia Saudí, Singapur y probablemente en Vietnam.