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El asesinato en Madrid de la colombiana Ana María Henao, cuyo cuerpo nunca se encontró, queda sin esclarecer tras la muerte de su esposo y único sospechoso, quien se quitó la vida en el centro de detención de Miami (EE. UU.) donde estaba a la espera de juicio por el crimen.

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David Knezevich, el empresario serbio acusado de secuestrar y asesinar en 2024 en España a su esposa, fue hallado sin vida el lunes en el Centro de Detención Federal de Miami, según informaron los abogados de ambas partes.

El letrado de la familia de la víctima en España, Juan Manuel Medina, ha lamentado que “el asesinato de Ana María se quede sin resolver para siempre por la muerte del único investigado”.

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“Además de la pérdida de Ana María, lo que a la familia más le daña es que ya nunca sea posible encontrar el cuerpo y darle el descanso que se merece... Esto les causa aún más dolor”, explicó a ‘Efe’.

David Knezevich, de 37 años y que fue detenido al aterrizar en el aeropuerto de Florida tres meses después de la desaparición de su esposa, estaba a la espera de juicio en un tribunal federal en el sur de Florida, donde se enfrentaba a cargos que incluían asesinato y violencia doméstica.

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El FBI y la Policía española concluyeron que el acusado habría viajado desde Serbia a España para seguir a su esposa, de 40 años, nacida en Colombia y nacionalizada estadounidense. La mató y transportó su cuerpo en una maleta hasta un lugar que nunca reveló, a la vez que él salió de España.

El motivo -según la investigación policial incluida en el sumario- es que estaban en proceso de divorcio y tenían desavenencias por el reparto de un patrimonio millonario.

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La desaparición de Ana María fue denunciada por una amiga con la que se reencontró en Madrid y relató a los agentes que había llegado a Madrid dos meses antes buscando una tranquilidad que no encontraba en Miami, donde residía y tenía sus negocios y propiedades.

Esta amiga aseguró que Ana María se sentía atemorizada y manipulada por su pareja. La Policía buscó a la mujer por España, Francia e Italia, sin éxito.