Las autoridades nepalíes confirmaron este domingo la muerte de los dos escaladores de Mongolia que desaparecieron esta semana en el Everest, y que según pruebas gráficas, fallecieron cuando venían de coronar la montaña más alta del planeta.
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El director ejecutivo de 8K Expeditions, Pemba Sherpa, a cargo de la expedición de los dos montañistas, afirmó este domingo a EFE que ambas muertes fueron certificadas este fin de semana por las autoridades, después de que hallaran sus cadáveres tras una operación de búsqueda que superó las 48 horas.
El primero de los cadáveres fue hallado el pasado viernes a 8.600 metros de altitud, apenas unos 200 metros debajo de la cima, enganchado a las cuerdas fijas del Everest, explicó Sherpa.
El cuerpo sin vida del segundo escalador lo encontraron el sábado en un acantilado a 8.400 metros de altitud.
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“Es difícil recuperar el cuerpo. Está en un acantilado a unos 300-400 metros de distancia de las cuerdas fijas', afirmó el empresario, que agregó que el precio del rescate ascenderá, por lo menos, a 70.000 dólares, y que están en contacto con las familias de los fallecidos para decidir su recuperan los cadáveres.
Según la nueva normativa, en caso de muerte de un montañero, los guías o las agencias de viajes y trekking a cargo de la expedición serán responsables de gestionar el cuerpo.
'El organizador de la expedición es responsable de gestionar los cadáveres', dijo a EFE Rakesh Gurung, director del Departamento de Turismo de Nepal, a cargo de expedir los permisos de escalada y controlar las actividades en el Everest.
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Según el funcionario, estas son las dos primeras muertes que se registran en el Everest esta temporada de escalada, que comenzó a principios de abril.
Las autoridades perdieron el contacto con los dos escaladores de Mongolia el pasado lunes, cuando fueron vistos por última vez por otro grupo de escaladores en el campo IV.
Ese mismo día coronaron la cima del Everest, según revelan varias fotografías tomadas desde sus dispositivos móviles, que fueron recuperados por los rescatistas.
Sin embargo, la climatología adversa obstaculizó las operaciones de rescate, que no comenzaron hasta el miércoles.
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