Los 27 principales grupos de la oposición venezolana no participarán en las elecciones legislativas que se celebrarán este domingo 6 diciembre en el vecino país, bajo el argumento de que el proceso 'será manipulado' por el oficial Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y que solo favorecerá 'la perpetuidad de la dictadura' de Nicolás Maduro.
El panorama solo se torna más confuso, pues sería el ejercicio democrático del sufragio el que podría ofrecer una radiografía más clara de cómo está ‘la salud’ de las fuerzas políticas en el complejo escenario que vive Venezuela en la actualidad.
En estas elecciones los más de 5 millones de migrantes que han salido del país vecino no podrán participar en los comicios, ya que estás son de carácter más regional y están ajustadas por áreas geográficas del territorio venezolano, pues se escogerá a un representante por cada circunscripción.
No obstante, las venideras elecciones buscan renovar el seno de la Asamblea Nacional (Parlamento) que en la actualidad controla la oposición y deja en incertidumbre el papel que jugará Juan Guaidó, como líder del legislativo, cuando pierda su título el 5 de enero de 2021, pues técnicamente finalizaría el período para el cual fue electo en su momento.
Juan Carlos Viloria, coordinador general de Coalición por Venezuela y vicepresidente de la organización ‘Venezolanos en Barranquilla’, señaló que en la mañana del 7 de diciembre Venezuela, en teoría, tendrá tres parlamentos: el liderado por Guaidó, la Asamblea Constituyente y que el que salga electo de los comicios del 6 de diciembre.
'A la fecha no sabemos qué pasará después del 6 de enero cuando asuma la Asamblea que será electa de manera fraudulenta el domingo que viene. Eso será una incertidumbre porque no se sabe cómo se podría asegurar el apoyo que la comunidad internacional le ha dado a los migrantes a través de la gestión que ha realizado Guaidó', dijo Viloria.
Analistas señalan que es 'un error' el que la oposición, con sus caras conocidas, haya decidido no participar en los comicios, pues se estaría configurando el mismo escenario que ocurrió en 2005 cuando los detractores de Hugo Chávez, una mayoritaria más cohesionada, tampoco participó en las elecciones legislativas, lo que llevó a que el oficialismo ocupara la mayoría del parlamento; situación que le abrió el paso al fallecido presidente para que obtuviera la reelección para un segundo período y acumulara más poder con la promulgación de leyes que lo favorecen.
Sin embargo, la oposición plantea un mecanismo por el medio del cual buscarán desestimar la elección del próximo domingo y que contará con el guiño de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos quienes afirmaron que no reconocerán los comicios al alegar que no puede ser vistos como un proceso nacido de un ejercicio democrático legítimo, a pesar de que se trata de la vigésima quinta ocasión, en lo que va de siglo, que los venezolanos acuden a las urnas.
Una consulta
Guaidó, reconocido por más de medio centenar de países como presidente 'interino' de Venezuela ha hecho una campaña agresiva en rechazo a las elecciones del 6 de diciembre y ha invitado a los venezolanos –dentro y fuera del país– a participar el 12 de diciembre en una Consulta Popular en donde se podrá participar de manera virtual y con una semana de antelación.
En dicha consulta se le preguntaría a los votantes si apoyan 'todos los mecanismos de presión nacional e internacional para que, en el marco de la Constitución, se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables'; también se consultará si rechazan o no las elecciones legislativas convocadas para el 6 de diciembre, 'o para cualquier otra fecha, mientras no existan condiciones para elecciones libres'.
Precisamente Tomás Guanipa, embajador del gobierno interino de Venezuela en Colombia, señaló que, a corte del 27 de noviembre, más de 7.000 venezolanos se han inscrito para formar parte del equipo de voluntarios que llevarán la consulta popular 'a cada rincón de Colombia'.
Ambos mecanismos transcurrirán en medio de un país cuya población alcanza el 96% de pobreza y donde millones de personas devengan menos de cinco dólares al mes y la inflación acumulada en el año es de un 1.798,57 %.