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La Defensoría del Pueblo de Colombia denunció hoy que al menos 250 migrantes extranjeros, la mayoría de ellos cubanos, están varados en Turbo, localidad del departamento de Antioquia, por el cierre de la frontera con Panamá.

El organismo dijo que la Defensoría Regional de la zona de Urabá recibió denuncias sobre personas inescrupulosas que 'estarían cobrándoles sumas importantes de dinero' a los migrantes para gestionar en Bogotá su paso a territorio panameño por el mar Caribe o por la selva del Darién, frontera natural entre los dos países.

El presidente de ese país, Juan Carlos Varela, anunció el pasado 9 de mayo el cierre de la frontera con Colombia para combatir el tráfico de drogas y de personas.

La cancillería colombiana consideró entonces 'adecuada' la decisión de Panamá de cerrar la frontera 'al flujo irregular de extranjeros' y destacó que el paso de migrantes legales funciona normalmente.

Debido a la presencia de los inmigrantes ilegales y a la población flotante que se acumula en Turbo, las autoridades municipales viajaron a Bogotá para solicitar la intervención del Gobierno nacional porque 'las condiciones logísticas para albergar y sostener a este grupo de extranjeros son insuficientes'.

Por su cercanía con Panamá, Turbo se convirtió en los últimos meses en un punto en donde confluyen extranjeros ilegales que llegan a Colombia desde Ecuador o por Venezuela con la intención de pasar el tapón del Darién para llegar al istmo y desde allí atravesar Centroamérica con destino a Estados Unidos.

La mayoría de ellos son de nacionalidad cubana, aunque también hay haitianos y ciudadanos de Bangladesh, Nepal, Somalia y Nigeria, entre otros.

De acuerdo a cifras de Migración Colombia, en lo corrido del 2016 han sido detectados cerca 6 mil migrantes que intentan hacer tránsito por Colombia con destino a Panamá.