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Mañana, cuando se cumple un mes y siete días después de haber cometido el secuestro, violación y asesinato de la pequeña Yuliana Samboní, la Fiscalía acusará a Rafael Uribe Noguera ante el Juzgado 35 de Conocimiento, quien podría aceptar los cargos, luego de que se los haya confesado a investigadores del ente.

En el escrito de acusación de 38 páginas, que fue presentado en tiempo récord por el ente de investigación penal, se pide una condena de 60 años de prisión para el imputado, solicitud que se basa en 57 evidencias documentales, 20 pruebas testimoniales y 30 de criminalística.

La acusación

Para la Fiscalía, el poderoso arquitecto Uribe Noguera, de 38 años, se aprovechó de su condición social y económica, además de su condición masculina y de fuerza, para raptar, abusar y matar a la pequeña Yuliana, de 7 años, perteneciente a una familia indígena desplazada, que vivía a pocas cuadras de donde vivía su agresor, pero en dos ambientes absolutamente distantes entre sí: el lujoso Chapinero Alto y el deprimido Bosque Calderón.

'De los elementos materiales probatorios se establece que Rafael Uribe Noguera es un hombre prestante y adinerado de la ciudad de Bogotá, de profesión arquitecto, egresado de la Universidad Javeriana, ampliamente reconocido en el sector de la construcción; condición que fue aprovechada para perpetrar los actos de violencia contra la menor, materializando esa posición de superioridad que ostentaba frente a su víctima ', se lee en un aparte del documento.

En la narración de los hechos ocurridos el domingo 4 de diciembre de 2016, se señala que la niña salió a jugar con otros dos niños a la calle de su barrio, Bosque Calderón, a las 8:30 a.m., mientras que Uribe salió del Equus 64, donde vivía, a las 9 de la mañana y arribó al barrio de Yuliana en una camioneta Nissan X-Trail para raptarla a las 9:12. Luego, a las 9:30 a.m., ingresó al parqueadero, pero, sin bajarse del automóvil, vuelve a salir y se dirige al edificio Equus 66, otro apartamento de propiedad de la familia, donde llega a las 9:40 a.m. Una vez allí, a las 10:30, pide un domicilio que llegó a las 11:00 a.m. A las 11:40 a.m. el arquitecto se va caminando al Equus 64 y, a los 20 minutos, vestido distinto y con un morral, se devuelve al 66.

Sobre las causas de la muerte, la Fiscalía, adjuntando el informe pericial de la necropsia hecho por Medicina Legal, explica que la causa del deceso es 'asfixia combinada por sofocación y estrangulamiento asociada con signos de actividad sexual violenta'. El ente estableció además, que el aceite untado en el cuerpo de la niña fue pedido, junto con un encendedor y una caja de cigarrillos, en un domicilio a una tienda del barrio. Uribe lo recibió en la puerta del Equus 66 a las 11 a.m. Por último, reitera el escrito que 'el ADN encontrado en el cuerpo de la menor corresponde con el del acusado'.

Los hermanos

El pasado 3 de enero, el juez 68 de garantías de la capital les impuso a Francisco y Catalina Uribe Noguera, hermanos de Rafael, medida de aseguramiento consistente en la restricción para salir del país, en el marco del proceso que se les sigue por el aparente favorecimiento del secuestro de la niña.

En la diligencia, la fiscal María Lorenza del Castillo, fiscal especializada del despacho de la vicefiscal general de la Nación, quien reemplazó a la relevada fiscal 121 de Vida de Bogotá, Adriana Alarcón puso de presente que los Uribe Noguera habían sido contactados desde el mediodía de los hechos, les habían hecho saber que la camioneta de su propiedad había secuestrado a la niña y les habían pedido contactarse con el Gaula una vez tuvieran información.

'En la entrevista al capitán del Gaula, Gabriel Silva, este refirió que Francisco nunca dio voluntariamente de manera inicial el nombre de Rafael y siempre se refirió a ‘un familiar’. Y la teniente Carolina Correa dijo que Francisco aseguró que no sabía en manos de quién estaba la camioneta, le insistió y él manifiesta que ya está intentando ubicar a un familiar, y en una de esas llamadas le escuchó que necesitaba ubicar urgente a Rafael. Luego dice que la camioneta la tiene Rafael pero que él es una persona de bien (...). Cuando llegó Francisco Uribe al edificio Equus 66, pasadas las 3 de la tarde, baja al sótano, encuentra la puerta de la camioneta sin seguro y encuentra el zapato blanco de la menor', advirtió la investigadora ante el estrado.

Y agregó: 'Una vez llega Francisco al edificio y sabe que están Rafael y la camioneta, y habiendo encontrado el zapato de la niña, no da aviso a las autoridades y asume la tarea de entrar al apartamento, saltando un muro para salir por la terraza, y eso no le correspondía a él sino a las autoridades. Y Catalina ya sabía la ubicación de la camioneta y de Rafael. (...) Luego Francisco y Catalina se encuentran en el Equus 66 con diferencia de 10 minutos (...). El haber acordado encontrarse en el edificio muestra que ambos dirigen el comportamiento a encontrar primero, sin dar aviso a las autoridades, a la camioneta y a Rafael'.

Por lo anterior, aseveró el organismo acusador, 'estos elementos indican que el actuar pudo haber entorpecido la investigación, la posibilidad de encontrarla viva, de establecer que pasó ahí, en síntesis la Fiscalía encontró que ambos son coautores del favorecimiento'.

Los padres se negaron

Esta semana, luego de que la Fiscalía los hubiese citado para declarar por el secuestro, violación y asesinato de la menor, los padres del confeso agresor y los dos imputados por favorecimiento, Rafael Uribe Rivera y la samaria María Isabel Noguera, le pusieron de presente al ente investigador, a través de una misiva, su derecho a guardar silencio por el grado de consanguinidad que tienen con sus hijos.

El ente investigador, con la citación al matrimonio, intenta establecer si los padres tuvieron participación y/o información de lo ocurrido .

Presuntamente, la pareja fue la primer respondiente cuando el Gaula buscaba la camioneta en poder de Rafael y de propiedad de Francisco en que secuestraron a la menor.