Por solicitud de su defensa, que alegó motivos de seguridad, la audiencia de acusación contra Rafael Uribe Noguera, confeso secuestrador, violador y asesino de la pequeña Yuliana Samboní, se realizará a través de una videoconferencia este miércoles desde las 3 de la tarde.
De esta manera, Uribe Noguera comparecerá ante el estrado desde su celda especial de la cárcel La Picota, mientras que las otras partes estarán en la diligencia en el Juzgado 35 Penal de Conocimiento de Bogotá, en el complejo judicial de Paloquemao.
La defensa del confeso feminicida de la menor de 7 años explicó que, a través de la videoconferencia, cumplirá su cliente con la comparecencia sin el riesgo de ser agredido por la indignada ciudadanía que ha dejado este atroz caso.
Uribe, perteneciente a una poderosa familia bogotana y samaria, será acusado un mes y siete días después del hecho, ocurrido el pasado 4 de diciembre, por los delitos de feminicidio agravado, secuestro simple y acceso carnal violento.
En el escrito de acusación de 38 páginas, que fue presentado en tiempo récord por el ente de investigación penal, se pide una condena de 60 años de prisión para el imputado, solicitud que se basa en 57 evidencias documentales, 20 pruebas testimoniales y 30 de criminalística.
Sus hermanos, Francisco y Catalina, un reconocido abogado y una historiadora, han sido imputados por el delito de favorecimiento de secuestro, se les cobijó con medida de aseguramiento consistente en la prohibición para salir del país y son objeto de otras pesquisas por presuntas maniobras para alterar la escena del crimen.
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'No tenía sobredosis'
Familiares del viglante Fernando Merchán, quien se suicidó luego de que hubiera estallado el escandaloso caso del asesinato de la niña, dijeron que, según contó Merchán, Uribe Noguera salió el día de los hechos sobrio del apartamento y no con la supuesta sobredosis de cocaína y aguardiente con la que fue recluido en un clínica un par de días en vez de ir directamente a su judicialización.
En un video dado a conocer por el noticiero televisivo capitalino, 'Noticias Uno', la cuñada del vigilante, Ana Casallas, afirma que antes de dirigirse a la Clínica Navarra, donde se trasladó según sus familiares por una sobredosis, 'él nos dijo que dijeron que salió enmarihuanado o que lo llevaban arrastrando, no. Los tres salieron bien del edificio'.
También, la hija de Merchán, dijo que Jesús Galindo, jefe del vigilante y dueño de la empresa Advipor, lo culpó de la muerte de Yuliana y que luego de eso quedó muy afectado.
'Muros de la infamia'
La indignación y la rabia fueron los motores que impulsaron al artista urbano Emerson Cáceres, 'Cacerolo', a pintar un muro de Bogotá con el retrato de Uribe Noguera.
El grafiti, que ocupa una pared de una avenida céntrica de la capital, muestra el rostro de Uribe y en su frente aparece un enorme letrero que lleva en mayúsculas el nombre de 'Yuliana'.
En el mismo cuadro hay un pequeño retrato de Luis Alfredo Garavito, considerado como el mayor asesino en serie de niños del mundo, que paga una condena por los crímenes de más de 200 niños que confesó.
Cacerolo, con esta obra callejera, pretende reivindicar los denominados 'muros de la infamia', una iniciativa que hace 10 años exhibía en vallas públicas los rostros de violadores de niños.
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'Me parecía que era importante ayudar desde el arte y mantener la memoria. Estos casos mediáticos no duran más de un mes en la mente de la gente, por eso quise que esta obra denunciara el caso y evitara el olvido', destacó el artista en declaraciones a la agencia de prensa 'Efe'.
Para el artista urbano, el acto de pintar a un asesino confeso fue 'una forma de desahogo pero también una obligación como artista'.
Cacerolo está estudiando, junto a otros artistas, la recuperación de los llamados 'muros de la infamia', que fueron borrados hace 10 años por orden de la Corte Constitucional, ya que manchaban el 'buen nombre' de los condenados por delitos sexuales sobre menores de edad.
Cadena perpetua
La Registraduría Nacional le entregó este martes a un grupo de ciudadanos, liderados por la excandidata al Senado, Johana Jiménez, el formulario oficial para la recolección de firmas para el referendo de cadena perpetua a los violadores, secuestradores, maltratadores y asesinos de niños.
Al organismo electoral asistieron, además de Jiménez -hija de la fallecida Gilma Jiménez, quien desde el Senado impulsó la iniciativa sin éxito-, padres de víctimas de vejámenes y crímenes de este tipo, como Ivonne Lozano, madre de Luis Santiago Lozano, asesinado por su padre en 2008 y Natividad y Gregorio Huertas, padres de Yenny Huertas, secuestrada, torturada, violada y asesinada en 2004.
