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La justicia francesa condenó ayer a la empresa de certificación alemana TÜV a indemnizar a más de 20.000 mujeres, de ellas más 6.000 colombianas, a las que se implantaron glándulas mamarias del fabricante francés PIP que llevaban un gel fraudulento.

El Tribunal de Comercio de Tolón (sureste) decidió la designación de peritos para fijar el perjuicio sufrido por las mujeres, que como mínimo recibirán 3.000 euros (unos 3.180 dólares), explicó ayer a Efe el abogado Laurent Gaudon, que representa al colectivo de afectadas.

El Tribunal de Comercio de Tolón consideró en su dictamen que TÜV debería haber controlado el proceso de fabricación de los implantes PIP (Poly Implants Prothèses), pero que lo delegó en una filial que no era competente para hacerlo.

PIP cambiaba el gel autorizado por otro más barato que producía frecuentemente la ruptura de la prótesis mamaria. Por su parte, la abogada Nathalie Lozano, representante de las víctimas, afirmó: 'Estamos satisfechas con los resultados que hemos obtenido y por eso vamos a seguir trabajando con dedicación y máxima atención, para lograr que la mayor cantidad de afectadas sean indemnizadas. Para eso vamos a trabajar en los próximos meses para representar a las mujeres que aún no se han hecho parte de ninguna demanda'.

La sentencia de ayer va en la misma línea que otra del mismo órgano judicial, que en 2013 había condenado a TÜV a pagar 3.400 euros (unos 3.600 euros) a 1.900 víctimas de las prótesis.

Sin embargo, luego el Tribunal de Apelación de Aix en Provence dio la razón en julio de 2015 a la empresa y ahora ese dossier está recurrido ante el Tribunal Supremo.

TÜV anunció este viernes en un comunicado de sus abogados que va a recurrir este nuevo dictamen, que a su parecer está 'en total contradicción con la larga serie de posiciones de las jurisdicciones y autoridades que han estudiado el fondo del caso PIP hasta ahora'.