Familiares y amigos enterraron hoy al miembro de la Defensa Civil colombiana Jesús Jhonatan Diago, que falleció en la ciudad de Mocoa mientras trataba de rescatar a quienes quedaron sepultados bajo el lodo y los escombros en medio de la avalancha que la asoló el pasado sábado.
Diago, de 33 años, vivía en el barrio La Esperanza, de Mocoa, y se vio sorprendido por el alud que también afectó su casa.
El hombre consiguió sacar de la edificación a su mujer y sus dos hijos de tres meses y siete años.
Posteriormente, volvió al interior de la casa en busca de su sobrino cuando las aguas se lo llevaron por delante.
El socorrista fue hallado días después todavía abrazado al menor, a quien intentó salvar hasta su último aliento.
'Ya no lo puedo sacar y la avalancha lo arrastró con su sobrino. Él nunca soltó a su sobrino porque lo encontraron bien agarrado a él', comentó a Efe el líder voluntario de la Defensa Civil en Mocoa, José Fernando Cárdenas.
Tanto Cárdenas como Diago realizaban su labor de forma voluntaria, al igual que miles de personas que han trabajado por recuperar los cuerpos de las 290 personas que fallecieron en la tragedia y prestar ayuda a los más de 300 heridos.
La muerte de Diago provocó un fuerte impacto en sus compañeros de la Defensa Civil, tal y como destacó Cárdenas, quien aseguró que 'se va un gran amigo, un gran héroe que en cumplimiento de su deber perdió su vida'.
'Estamos dispuestos a ofrendar la vida para con quienes no conocemos. Ese es nuestro lema', concluyó.
Diago fue trasladado al Parque Cementerio Normandía en medio de un gran cortejo fúnebre, acompañado por sus compañeros una vez concluyeron sus labores al entrar la noche.
Antes de sepultarlo, los miembros de la Defensa Civil le hicieron una calle de honor que iluminó la noche de Mocoa.