Bojayá se prepara para la conmemoración este martes, por primera vez en paz con las Farc, de la masacre perpetrada en 2002 por esa guerrilla que dejó entre 79 y 119 personas muertas cuando lanzaron un explosivo contra la iglesia en que se refugiaban.
Esa masacre marcó a Colombia, así como el conflicto armado de más de medio siglo y esta será la primera vez que la conmemoración se haga en un contexto de paz con las Farc.
La nueva Bellavista. El núcleo urbano de Bojayá, conocido como Bellavista, fue abandonado con el transcurrir de los años y allí sólo quedó la iglesia, donde todos los años se hace la conmemoración.
La nueva Bellavista, que forma parte del departamento del Chocó, se yergue a un centenar de metros del antiguo núcleo urbano que hoy habitan indígenas de la tribu embera.
Su abandono no se debió solo a la masacre, sino también a las crecidas de los ríos que asolaban la ciudad con frecuencia.
La nueva Bellavista tiene un aspecto mucho mejor que otras localidades del Chocó, con aceras asfaltadas y viviendas renovadas.
La masacre
Bojayá, sin embargo, sigue marcada por la masacre del 2 de mayo de 2002, cuando las AUC tomaron a los habitantes como escudos humanos y se parapetaron en el núcleo urbano para intentar incrementar el territorio.
Las Farc, a las que poco les importó la integridad de los habitantes, decidieron retomar el pueblo a sangre y fuego con un centenar de hombres y artillería pesada.
Los bojayaceños se refugiaron en la iglesia, el que pensaban que era el único refugio seguro, pero allí les cayó uno de los explosivos artesanales que lanzaron las Farc.
Todavía hoy no hay claridad sobre cuánta gente murió, según la Fiscalía fueron 79; según la comunidad, 119, al menos 30 de ellos niños.
El aniversario
Como parte del aniversario, este martes comenzarán las exhumaciones de los cadáveres enterrados en las antiguas fosas para hacer identificación y recuento definitivo de víctimas. Para ello se ha hecho un banco de ADN con los familiares.
El 29 de septiembre del año pasado, el número dos de las Farc, alias Iván Márquez, pidió 'perdón infinito' a las víctimas.
La comunidad, mayoritariamente indígenas y afrodescendientes, se prepara para los actos de hoy y recibe con incertidumbre e inquietud la llegada de los periodistas y la comitiva gubernamental que participarán en las conmemoraciones.