La Guardia Indígena del Cauca, un colectivo comunitario del suroeste de Colombia, fue galardonada con el premio Front Line Defenders para las Américas 2020 por su labor de resistencia en zonas convulsas del conflicto armado.
La organización irlandesa Front Line Defenders (FLD) anunció este jueves el reconocimiento con el que honra al movimiento étnico por la protección de las comunidades indígenas y de sus derechos, territorios y medioambiente, así como por su modelo de protección colectiva no violenta, informaron movimientos sociales colombianos.
'La Guardia Indígena del Cauca ha sido nombrada como Ganadora Regional de las Américas 2020 del Premio Front Line Defenders para defensores/as de derechos humanos en riesgo', informó FLD sobre la distinción, otorgada desde 2005 en Dublín y que este año será entregada en una ceremonia virtual el 9 de diciembre.
Para el director ejecutivo de FLD, Andrew Anderson, 'la Guardia representa un modelo único de protección colectiva en uno de los lugares más peligrosos del mundo para defender los derechos humanos. A lo largo de los años del conflicto armado, la Guardia ofreció una defensa pacífica y sin armas de su comunidad, sus tradiciones, su cultura, su forma de vida y la madre naturaleza'.
Defensores en riesgo
La Guardia Indígena del departamento colombiano del Cauca es un colectivo organizado que desde 2001 defiende los territorios de las comunidades nativas de forma pacífica y no armada.
La mayoría de sus integrantes pertenecen al pueblo nasa, el más grande y organizado de Colombia, y han capacitado a otras comunidades del país para defender sus territorios de las amenazas latentes de grupos armados y bandas criminales vinculadas a actividades ilegales como el narcotráfico.
'Sus comunidades han sido escenario de múltiples violencias derivadas de la presencia de actores armados, las economías del narcotráfico y la explotación multinacional. Entre sus múltiples actividades, la Guardia adelanta con sus comunidades acciones de protección colectiva, da charlas de sensibilización y paz', subrayó FLD.
Según Anderson, a pesar del acuerdo de paz firmado por el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC en 2016, 'las personas y organizaciones defensoras de derechos humanos, incluida la Guardia, siguen enfrentando ataques letales y un riesgo extremo. Este premio reconoce el extraordinario coraje de todo el colectivo de la Guardia'.
Amenazados por la pandemia
FLD reconoció el trabajo de los defensores de derechos humanos en el mundo, principalmente en comunidades marginadas y estigmatizadas, que 'corren un mayor riesgo durante la crisis de la Covid-19' y 'están enfrentando ataques físicos, arrestos y denuncias penales por ayudar a sus comunidades a sobrevivir a la pandemia'.
Además de la Guardia Indígena del Cauca, el jurado del Premio, compuesto por parlamentarios irlandeses, galardonó este año a la feminista mauritana Mekfoula Mint Brahim, por África; a Juwairiya Mohideen, defensora de los derechos humanos en Sri Lanka, por la región Asia Pacífico, y a la activista armenia por los derechos de las mujeres Lara Aharonian (Europa y Asia Central).
La quinta ganadora, por la región de Oriente Medio y el Norte de África, fue una defensora de derechos humanos de Irak cuyo nombre la organización mantiene en reserva por razones de seguridad.