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Entender que 'solos no somos capaces' y que en sus manos tenían el poder para mover la economía de una región hizo que campesinos colombianos unieran fuerzas para traer desarrollo a sus comunidades a través de la producción de cacao.

'El cacao representa para nosotros en este momento vida, oportunidad y paz', dijo a Efe Víctor Manuel García, el promotor de este movimiento que surgió en el municipio de Chigorodó y que se ha extendido por buena parte de la región del Urabá antioqueño (noroeste). 

Nacer en un territorio golpeado por la violencia y la ilegalidad no cortó las alas de este visionario de 35 años, que en 2013 se aventuró a fundar la Asociación de Cacaocultores y Emprendedores Futuro Verde (Acefuver) junto a 46 productores.

Esos primeros pasos los describe como un 'proceso durísimo', en el que tuvo que derribar los prejuicios de sus pares.

'Eran desconfiados. Nuestros campesinos han sido maltratados por muchas circunstancias y se han aprovechado de su necesidad', enunció García.

También tuvo que enfrentar el estigma con el que carga desde hace varias décadas el Urabá, como otra de las tantas secuelas que le ha dejado el conflicto armado.

'La gente nos tenía en un mal concepto, pero le hemos dado una nueva imagen a nuestra región con trabajo muy positivo', comentó el agroempresario, quien indicó que han cambiado ese imaginario con desarrollo colectivo, innovación, transformación, protección ambiental y crecimiento social.

Un crecimiento exponencial

Este emprendedor logró ganarse la confianza de los productores y los involucró en un modelo asociativo que tiene como guía el liderazgo y el servicio social.

'Hemos entendido que solos no somos capaces. Hay que articular y buscar aliados y fortalecernos los unos a los otros', les enseñó el ahora presidente de Acefuver, que tiene entre sus asociados a indígenas, madres cabeza de familia, desplazados, persona en condición de discapacidad y campesinos. 

La transformación que provocó la asociación fue contundente. Empezaron con apenas 80 hectáreas de cacao y una producción de ocho toneladas, y a través del encadenamiento y la unión de fuerzas hoy cuentan con 750 hectáreas de cacao establecidas.

García reveló que ahora tienen cultivos de cacao en 28 de las 32 veredas del municipio y que 230 familias hacen parte de la asociación, lo que representa que cerca de 900 personas dependen de la economía del cacao en Chigorodó.

'Este año estamos proyectando un volumen de producción de 350 toneladas de cacao. Eso realmente es un impacto muy positivo para nuestra región', comentó el técnico en administración de empresas agropecuarias.

Destacó, además, que esa población cuenta con el promedio más alto, a nivel departamental, en unidad productiva por hectárea con 980 kilos por hectárea.

Capacitación y reconocimientos

Esos niveles de crecimiento están ligados al proceso de capacitación que iniciaron con la Corporación Interactuar, que llevó a los cacaoteros a desarrollar habilidades gerenciales, administrativas y de liderazgo para trabajar no solo por sus fincas, sino por el crecimiento de sus comunidades.

'No se formaron productores comunes, sino como agroempresarios del campo', señaló al hablar específicamente de la participación de la asociación en el proyecto 'Conexión Cacao Urabá', en el que intervinieron Interactuar, Comfama, Fundación Nutresa y la Compañía Nacional de Chocolates.

Actualmente, el cacao que produce Acefuver queda en manos de chocolateros artesanales y de la industria nacional, mientras que otra parte es utilizada para fabricar productos transformados que venden en tiendas y supermercados de cadena.

Toda esa evolución, que tiene a los campesinos explorando en mercados de África y Europa para empezar a exportar, los llevó a ganarse el premio Famiempresario Interactuar del Año 2020, en la categoría 'Encadenamiento Empresarial'.

García, quien asistió a la gala de entrega en Medellín el pasado 25 de noviembre, lo calificó como un reconocimiento 'al sacrificio, al trabajo en equipo, al trabajo de nuestros campesinos que se han encaminado en ese modelo asociativo'.

La asociación también tiene entre sus logros haber representado en 2015 a Colombia en el concurso Cocoa Awards en París.

La siguiente apuesta será conquistar a las nuevas generaciones para que vean al campo como una alternativa de negocio, luego de mostrar con los productores del Urabá el gran potencial del agro en la región.  

'Solo hacía falta cambiar un poco el chip y formarse como verdaderos empresarios', finalizó.