Compartir:

Un nuevo panorama. Una nueva realidad, desconocida para todos sus actores. Un año ha transcurrido desde el momento en que las escuelas y universidades cerraron sus puertas para evitar la propagación de la covid-19. 

En ese periodo, dichas instituciones han acelerado motores para fortalecer los procesos formativos a distancia y virtuales. Un reto mayúsculo que ha desnudado una serie de carencias en el sistema educativo.

La limitada cobertura digital y la falta de recursos de formación son algunos de las dificultades que han tenido que superar docentes y estudiantes sobre la marcha. A pesar de esto, los expertos han calificado como imprescindible el trabajo que han hecho las instituciones educativas para garantizar que el proceso formativo continúe.

'Lo que hemos convenido en llamar educación remota es una gran experiencia que puede ser la semilla para la transformación definitiva de los sistemas educativos presenciales en sistemas híbridos', explicó Josep María Duart, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Los resultados

La ausencia de clases presenciales ha traído penas y glorias para la educación en el Caribe. Así lo indicó Jorge Valencia Cobo, coordinador del Observatorio de Educación de la Universidad del Norte, al realizar una radiografía de la situación actual del sistema educativo.

Indicó que mientras el sector privado pudo mejorar sus resultados en las pruebas Saber 11, los colegios oficiales desmejoraron su desempeño.

'Como resultado, la brecha entre escuelas privadas y públicas creció 5 puntos y fue la más alta en los últimos 5 años', puso de presente.

Valencia Cobo indicó, además, que aún no se cuenta con datos consolidados sobre la deserción. No obstante, sostuvo que es presumible que la desconexión con la escuela sea mayor entre los estudiantes sin equipos y conectividad, generando deserción directa o bajo desarrollo de los aprendizajes.

Por eso sostuvo que 'se deben volcar todos los esfuerzos para acelerar el retorno seguro a clases presenciales en la modalidad de alternancia, especialmente en las escuelas oficiales'.

Asimismo, expuso que es necesario direccionar recursos públicos y privados para diseñar y poner en marcha programas de recuperación de aprendizajes y la implementación de modelos educativos flexibles.