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El exjefe paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, aceptó su responsabilidad en 162 hechos criminales que dejaron más de 250 víctimas y que fueron atribuidos al Bloque Central Bolívar de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Según un comunicado de la Fiscalía, Jiménez 'reconoció violencia sexual, homicidios, desplazamientos, desapariciones, torturas y otras conductas ilícitas en las que habría participado el Bloque Central Bolívar de las AUC', del cual era comandante.

Jiménez llegó a Colombia en julio de 2019 deportado de Estados Unidos, luego de purgar una condena de once años por narcotráfico en ese país, a donde había sido extraditado en mayo de 2008.

Por línea de mando, explicó la Fiscalía, Jiménez 'aceptó la totalidad de las conductas que le fueron presentadas en indagatoria cumplida en la cárcel La Picota de Bogotá'.

En la diligencia participaron el abogado defensor, un delegado especial de la Procuraduría y representantes de las víctimas.

Los crímenes investigados ocurrieron entre 2000 y 2004, en los departamentos de Santander, Putumayo, Risaralda, Caldas, Caquetá, Bolívar, Norte de Santander, Nariño, Antioquia y Boyacá.

En los mismos estarían involucradas las diferentes organizaciones del Bloque Central Bolívar y figuran algo más de 250 víctimas.

Entre los crímenes aceptados por alias Macaco hay casos de violencia sexual, como los cometidos entre julio y agosto de 2001 en el sector de El Placer, en Valle del Guamuez (Putumayo).

También reconoció el asesinato del periodista Flavio Iván Bedoya Sarria, que era corresponsal del semanario Voz en la localidad de Tumaco, ocurrido en abril de 2001 en esa población del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.