Cuando enterraron a José Huberth Tumbo, el cielo se cerró de golpe y rompió a llover. Pareciera como si el clima le diera la razón al pueblo nasa, que rechaza la violencia que acabó con la vida de este joven indígena encontrado el pasado martes en Argelia, en el suroeste de Colombia.
José Huberth, un joven nasa de 21 años, quería ganar algo de plata para construirse una casa propia en el resguardo indígena de Pueblo Nuevo, en el departamento colombiano del Cauca. Por eso partió hace unas semanas a Argelia, a unas seis horas de allí, donde muchos jóvenes trabajan 'raspando' coca o con cualquier otro jornal.
'Nosotros como somos pobres indígenas, mi hijo salió a trabajar', relata a Efe su padre, Gonzalo Tumbo, durante el entierro en Pueblo Nuevo. El joven acababa de terminar el servicio militar.
Su cuerpo fue encontrado junto al de otro joven, Luis Huberth Camayo, también del mismo municipio, el pasado martes, con disparos de fusil en la cabeza y esposados en el corregimiento de El Plateado, una aldea del convulso municipio de Argelia.