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Ante los estrados del juez Gary Orelien comenzaron este fin de semana las audiencias por el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moise, en el que están implicados, hasta ahora, 18 exmilitares colombianos.

Orelien asumió el caso luego de que el anterior togado dimitiera al espinoso expediente que ha tenido en problemas a la justicia de Puerto Príncipe por el temor de los operadores judiciales a las represalias que pudiese haber por un fallo en uno u otro sentido.

La sesión arrancó con una declaración a puerta cerrada de los encargados de seguridad del inmolado presidente, de la que no han trascendido detalles.