La Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional protagonizan un inusual choque de trenes por una tutela.
El alto tribunal constitucional, en mayo pasado, estudió la tutela y redujo los plazos que el máximo tribunal de la justicia ordinaria tiene para resolver las sentencias de casación, que es el recurso que los condenados generalmente interponen para que sus sentencias sean revisadas.
Esta decisión causó preocupación en la Suprema por la posibilidad de que con el cambio de reglas puedan prescribir casos que cursan actualmente y, por ello, pidió a la Constitucional que anule su providencia.