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Ante el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, a partir del próximo 7 de agosto, el gobierno del presidente electo, Gustavo Petro, deberá enfrentar varios desafíos, entre ellos los de índole humanitario, económico y de seguridad.

Organizaciones de venezolanos en Colombia, consultadas por EL HERALDO, ven con recelo el anuncio toda vez que califican la decisión 'netamente política' que deja en segundo plano los intereses de los migrantes.

Sostiene que el escenario 'ya estaba cantado', pero esperan que 'el próximo gobierno 'designe a alguien idóneo' para que maneje los temas migratorios en Colombia. 'Este gobierno no puede pasar por alto que lo que estamos viviendo es una crisis humanitaria, no un flujo cualquiera de personas entre dos países'.

Los líderes de estas organizaciones, que pidieron que sus nombres no fueran revelados, manifestaron que la apertura de las embajadas y consulados debe venir 'con la entrega de documentos y reconocimiento de la nacionalidad a las personas venezolanas que han nacido aquí (Colombia)'.