Compartir:

Catatumbo es hoy uno del territorio más azotado por la violencia en el país, además de ser 'la principal región productora del mundo' con 40.000 hectáreas de coca sembradas, superando a Tumaco, de allí que el presidente Gustavo Petro llegara a esa zona el pasado viernes y anunciara una mesa de diálogo para avanzar en políticas de sustitución de cultivos ilícitos y poder consolidar la paz.

El jefe de Estado llegó, específicamente, a un consejo de seguridad en el municipio de El Tarra, Norte de Santander, desde donde abogó para que la convulsa región del Catatumbo sea 'la capital de la paz'.

Hasta la fecha, en esa región, la implementación del Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de uso ilícito (Penis), es de los más pequeños con relación al número de hectáreas sembradas y de familias vinculadas a esta a esta actividad, pues alrededor de 3.000 familias hacen parte de este programa.

Lo anterior se contrasta con departamentos como Putumayo que tienen 19.000 hectáreas de coca sembradas, pero tienen vinculadas a 13 mil familias en nueve municipios; mientras que en el Catatumbo solo hay tres mil familias distribuidas en dos municipios de los once que tienen cultivos de coca en esa región.

Antecedentes recientes

En el gobierno anterior, las políticas se enfocaron en presentar una implementación la ruta ‘Catatumbo Sostenible’, en el cual hubo una inversión significativa de recursos, pero estos 'no apuntaron a los problemas de raíz': un conflicto entre los grupos armados que están teniendo controlada la región donde la economía de la coca es 'la más estable'.

Analistas consultados por EL HERALDO coinciden en que los retos del actual gobierno y del Estado están relacionados en materia de desarrollo y paz para esa región.

El viernes, Petro anunció la realización del diálogo regional donde, en teoría, se discutirá cómo se hace la implementación de los acuerdos de paz, incluyendo una serie de ajustes a programas o proyectos que están dentro de los PEDT y Penis para que puedan tener unos efectos inmediatos y a largo plazo.

Otro de los anuncios fue darle luz verde a la propuesta para realizar la primera asamblea de cocaleros y cocaleras del Catatumbo, que proponga los caminos y las políticas públicas necesarias para este logro.

'Que se realice en el Catatumbo la primera asamblea de campesinos cultivadores de hoja de coca, la primera asamblea de cocaleros y cocaleras, con la intención de mostrarle a este Gobierno los caminos, las políticas públicas, los senderos que nos permitan lograr que una familia campesina que hoy se dedique a la hoja de coca y a la pasta, pueda sustituir eso por una actividad que le garantice más calidad de vida', dijo Petro.

Se espera que de esta asamblea puedan salir algunas propuestas de ajustes al modelo de sustitución y que entre todos los cocaleros puedan ponerse de acuerdo para saber qué es lo que buscan.

Otro de los retos que se vislumbran es consolidad 'la paz total' basado negociación con el Eln y lo segundo, el sometimiento a los grupos.

'En el caso del Catatumbo una negociación con el Eln indudablemente va a tener un efecto significativo de corto plazo en la desmovilización de este grupo', dijo uno de los analistas consultados.

Para Gabiel Cifuentes, profesor de la Universidad del Norte y analista, en la zona del Catatumbo el diálogo se hará con comunidades que desde hace tiempo están organizados.

'No es la primera vez que dialogan con un gobierno y no deben ser confundidos con otro tipo de actores. Es novedoso es que el presidente haya ido al Tarra para proponer una mesa de diálogo para avanzar en políticas de sustitución de cultivos ilícitos y reconozca que la paz debe consolidarse justamente allá (Catatumbo)', dijo Cifuentes.

Por su parte, Juan Daniel Gómez, profesor de la Universidad Javeriana y experto en temas de drogas, señaló que la idea de poder realizar una asamblea cocalera 'es interesante' y toma una relevancia mayor al estar ubicada la zona en la frontera con Venezuela.

'Habrían, a mi juicio, dos acciones como un prerrequisito para que se pudieran dar estas asambleas. Lo primero tiene que ver la necesidad diálogo con estas organizaciones y la resolución del conflicto como lo proyecta el señor presidente. En segundo, es un factor con las relaciones con nuestros vecinos venezolanos, pues estos factores serían un base para entender y comprender los cimientos de la zona', dijo el académico.

Gómez señala que como una alternativa a la siembra de coca, se puede desarrollar una gran extensión agrícola que permita la industrialización de los productos sacados de las granjas que eventualmente podrían estar en la zona.

'Eso implicaría la que se certificarán las semillas y poder mercadear los productos que de esa zona salgan', dijo.

El Catatumbo es una región que abarca 10.089 kilómetros cuadrados, en su mayoría selváticos, con una fuerte presencia del Eln y del frente 33 de las disidencias de las Farc, así como de un reducto del EPL y otras bandas que se enfrentan por corredores para el narcotráfico y los cultivos de coca.