Durante el acto de reconocimiento de responsabilidad por masacres de El Aro y La Granja, en Antioquia, el presidente Gustavo Petro pidió perdón a las familias víctimas de estos hechos en los años 1996 y 1997 a manos de grupos paramilitares.
'El Estado, a través de funcionarios públicos, pagados con los impuestos de la sociedad colombiana, ordenó matar y quiso ocultar a los autores dentro del Estado y fuera del Estado', reconoció el mandatario.
Con estas declaraciones, el jefe de estadio cumplió con la sentencia dictada el 1º de julio de 2006 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que declaró la responsabilidad del Estado por los actos de tortura y asesinato de pobladores en los corregimientos de La Granja y el Aro y, además, por la falta de investigación para esclarecer estos hechos y sancionar a los responsables.
Asimismo, Petro indicó que hará todo lo posible para que las familias de las víctimas sean indemnizadas.
'Haré todo lo posible para que, como representante, hoy, del Estado colombiano, para que las acciones de reparación, de justicia, de verdad se encaminen al gran propósito de la paz y de la reconciliación de toda la sociedad colombiana', apuntó.
Por último, Petro mostró su intención de crear un espacio para homenajear a las víctimas de estas masacres.
'En esos lugares mi Gobierno debe crear sitios hermosos y esa es una orden, aquí, para los funcionarios de mi Gobierno. Lugares hermosos para reflexionar, pensar, saber que no se puede repetir. El arte y la belleza van de la mano de la luz y de la paz, nunca han ido de la mano de la oscuridad. Parte de la indemnización a las víctimas es que los lugares donde vieron morir a sus seres queridos, en donde se produjo tanto dolor se vuelva hoy arte, belleza y cultura', concluyó.