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Fue un 2022 pasado por agua, demasiada agua, en Colombia. Pero también hubo lodo, derrumbes, deslizamientos, vías terciarias completamente colapsadas, miles de casas damnificadas y personas muertas por los efectos colaterales de las lluvias. No se salvaron ni los muertos. Lo dijo desde el presidente Gustavo Petro hasta el líder comunal más humilde de La Mojana: ha sido una de las temporadas invernales más crueles de las últimas décadas.