Hay incertidumbre acerca de lo que vendrá tras la ruptura de la coalición de gobierno y el inesperado remezón ministerial de este miércoles.
El analista político Carlos Arias, en diálogo con EL HERALDO, señaló que 'el futuro de la coalición dependerá de lo que el cambio de ministros represente para los congresistas, que son los que finalmente están al frente de las comisiones que debaten las reformas presentadas. Aunque hay un factor preponderante alrededor de lo que legalmente representa la Ley de Bancadas (Ley 974 de 2005) y en el cómo se interprete por parte de las directivas de los partidos Conservador, U y Liberal para determinar sanciones, que puede convertirse en moneda de cambio a meses de la entrega de avales y listas para las elecciones del 29 de octubre'.
Además, el catedrático de la Universidad Externado de Colombia también explicó que 'el Gobierno resuelve la ‘crisis ministerial’ con nombramientos de nuevos perfiles en las carteras y la ratificación de existentes'.
No obstante, añadió que lo que nos ocupa en este momento 'y el verdadero asunto es la recomposición de las relaciones con los partidos que discuten, niegan o aprueban las reformas en el Legislativo.
Además, del cómo usará el presidente Gustavo Petro su influencia en la opinión pública para llamar el respaldo popular y cómo radicaliza o no su discurso'.
Situación difícil
A su vez, Patricia Muñoz, docente investigadora y directora de posgrados de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, precisó en EL HERALDO que la decisión de Petro 'indudablemente deja al Gobierno en una situación difícil para tramitar y para hacer aprobar buen número de las iniciativas que llevó en su programa de gobierno. Hasta ahora ha hecho aprobar muy pocas, parece que faltan más de 20 iniciativas y por supuesto el no contar con mayorías, que no las tendría por la ruptura con La U, el Partido Conservador y el Liberal, le haría muy difícil poder avanzar en el plan de cambio que propuso, y más aún en un año electoral en que en los próximos meses los partidos políticos se van a distanciar aún más en la competencia por el poder subnacional que tendremos en las elecciones de octubre'.
Además, advierte, la situación en temas de construcción de gobernabilidad parecería dificultarse.
'El presidente tendría que recurrir a otras vías para poder obtener el apoyo, y esas otras vías podrían ir dirigidas a debilitar aún más los partidos políticos, fraccionarlos, convenciendo de manera individual al número de congresistas que requiera para obtener los votos necesarios y ello dejaría el sabor en la opinión pública de que esto estaría mediado por prebendas burocráticas, entrega de ‘mermelada’, cargos y contraprestaciones gubernamentales a cambio de este apoyo', indicó.
Y concluyó la politóloga que 'otro tema que deja alguna tensión en la opinión pública es recurrir a las bases sociales o a los grupos que si bien son parte de los apoyos que se tienen en una democracia también pueden generar un número de tensiones que difícilmente van a ser resueltas en corto tiempo porque son necesidades históricas presentes en muchos de los territorios más alejados del centro, en grupos sociales menos favorecidos, razones étnicas y demás, grupos que aún no han visto resueltas estás expectativas y que podrán aumentar el nivel de inconformidad y esto genera posibles violencias que no es lo que el país está buscando'.
Inestabilidad política
Por su parte, la politóloga Paola Montilla comentó que todo lo ocurrido se traduce en 'una inestabilidad política muy grave, porque a diferencia de hace dos meses, cuando se les pidió la renuncia a los tres ministros que salieron, lo que se demuestra ahora es que el presidente está queriendo coger las riendas de la agenda de gobierno y de la agenda pública, mostrando cuáles son los derroteros por los cuales va, entre comillas, a luchar'.
Añadió también que 'se está enfrentando al panorama más desalentador y puede generar una parálisis política entre el Ejecutivo y el Legislativo porque los miembros de los partidos políticos están obligados a respetar la ley de bancadas, el estatuto de la oposición, y en ese orden de ideas el presidente Petro no va a poder negociar unilateralmente con cada uno de los congresistas: está obligado a seguir negociando con los líderes de los partidos, que hasta el momento lo que han mostrado es que se oponen a la reforma a la salud'.
Y puntualizó que Petro 'también está generando con el llamado a las calles que se renueve ese contrato social porque muchos de los ciudadanos que votaron por él y los que no están aumentando la desconfianza que pueda generar esa gobernabilidad política'.