El Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de la antigua guerrilla de las FARC, aseguró este lunes que aún no se ha discutido la posibilidad de que Venezuela sea garante en los diálogos de paz que van a comenzar con el Gobierno.
'La posibilidad de Venezuela como país garante en un eventual proceso de paz con las FARC-EP todavía no se ha discutido y no hace parte aún del consenso entre las partes que estamos en proceso de acercamiento', aseguró el EMC.
La disidencia se pronunció así después de que el presidente Gustavo Petro asegurara en Bruselas que Venezuela es 'garante en los dos procesos de paz que se adelantan' en Colombia, es decir, en las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con el EMC, que aún no ha comenzado.
Ya se conocía que Venezuela era garante en el proceso de paz con el ELN, de hecho Caracas acogió la primera ronda de los diálogos y volverá a recibir la cuarta, pero se desconocía que también ejercería este papel con el EMC.
'Venezuela es garante en los dos procesos de paz que se adelantan, y ha sido también espacio territorial para los diálogos', indicó a medios de comunicación el mandatario en Bruselas, donde participa en la cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Sin embargo, las disidencias de las FARC 'no rechazan esa posibilidad', que quieren discutir, pues mostraron rechazo a las 'decisiones unilaterales'.
El Gobierno colombiano y el EMC, la principal disidencia de la antigua guerrilla de las FARC, anunciaron a principios de este mes que llegaron a un acuerdo para instalar una mesa de negociaciones de paz.
El paso previo a dicha instalación es que cada parte nombre a sus delegaciones. El Gobierno ya nombró a la suya, a la espera de que lo haga la guerrilla.
Uno de los objetivos de la mesa de paz será volver a acordar un cese al fuego bilateral después de que el Gobierno, que ya había iniciado acercamientos con el EMC, suspendiera en mayo pasado, de manera parcial, el pactado con esa disidencia.
Esa medida la tomó el Gobierno luego del asesinato de cuatro indígenas menores de edad que intentaron escapar tras ser reclutados a la fuerza en el sur del país por el Frente Carolina Ramírez, que hace parte del EMC.