Ricardo Giraldo, abogado de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo, negó algún tipo de alianza entre la organización paramilitar y miembros del Ejército en la toma a la vereda Bocas del Manso, en Tierralta, Córdoba.
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'No existe ninguna alianza entre las AGC y el Gobierno, en ninguna parte (…) Sería absurdo que exista una supuesta alianza entre Ejército y AGC, para qué, es decir, cuál era el objetivo de ir a afectar unas comunidades que ellos mismos son las que protegen, no tendría sentido', dijo en diálogo con Blu Radio.
Renglón seguido, a Giraldo le pareció 'llamativo' que el Gobierno comunique información que comparte con el ELN
'No podría asegurarlo (que hicieron parte del montaje), pero sí resulta extrañamente llamativo que el Gobierno diga lo mismo que dicen en esa mesa', dijo.
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a intimidación que soldados disfrazados de disidentes de las FARC cometieron contra una población rural del departamento colombiano de Córdoba fue un montaje realizado por militares y líderes aliados con el Clan del Golfo, la principal banda criminal del país.
La revelación la hizo este martes Cambio Colombia, que aseguró que el supuesto montaje fue hecho con la 'anuencia de una ONG denominada Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos' de la que hace parte Juan Fernando Petro, hermano del presidente Gustavo Petro.
El pasado 10 de septiembre, en Bocas del Manso, en el municipio de Tierralta, un grupo de militares armados y disfrazados de disidentes de la antigua guerrilla de las FARC intimidaron y amenazaron a los habitantes de ese caserío, situación a la que no escaparon niños y mujeres.
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El Ejército informó que eran 24 los militares que participaron en esta acción (un oficial, 2 suboficiales y 21 soldados) y que, cuando se conocieron los hechos, fueron trasladados a Montería (capital de Córdoba) para que las autoridades puedan investigar los hechos sin interferencia de los protagonistas.
Tras lo ocurrido, el comandante del Ejército, general Luis Ospina, anunció el retiro de 18 militares de la institución por la intimidación que soldados disfrazados de disidentes de las FARC llevaron a cabo contra una comunidad rural del departamento caribeño de Córdoba.