El ex presidente Juan Manuel Santos aseguró en una entrevista con un medio capitalino que intercedió ante la justicia de Estado Unidos para que Álvaro Uribe Vélez obtuviera inmunidad diplomática en el país norteamericano.
De acuerdo con el Nobel de Paz, el trámite se realizó con el objetivo de que el ex presidente y líder del Centro Democrático se abstuviera de presentantarse ante altas cortes de Estados Unidos por supuestas violaciones a los derechos humanos.
En una entrevista con el programa 'La libreta' de Canal Capital, Santos aseguró que cuando asumió como presidente en 2010 lo llamó el entonces embajador en Washington, Gabriel Silva, para informarle de varias 'organizaciones de derechos humanos que iban a acusar' a Uribe 'ante cortes estatales por violación de derechos humanos'.
Ante eso, los abogados y el embajador le dijeron a Santos que 'lo único' que se podía hacer era 'ir por lo alto y que le den inmunidad diplomática al expresidente Uribe y eso fue lo que hicimos'.
Optaron por la inmunidad diplomática, según Santos, porque le 'parecía poco indigno para el país ver a un expresidente en el banquillo en las cortes estatales de EE.UU.'.
'Me acabo de enterar. De haber sabido el poder de Santos en la justicia de USA se habría ahorrado el dinero cuantioso que hubo que pagar a un abogado cuando me acusaron del asesinato de trabajadores de Drummond', aseguró Uribe en su cuenta de X.
En 2021 el juez de la corte federal del Distrito de Columbia, en Washington, John Bates, reconoció la inmunidad del expresidente Álvaro Uribe, en el caso que se sigue en ese tribunal por los presuntos asesinatos de la multinacional estadounidense Drummond en Cesar y Magdalena.
Por la decisión, Uribe no tendrá que comparecer en el juzgado norteamericano.
La solicitud de inmunidad para el antecesor del presidente Santos la había hecho el Departamento de Estado de los EU.
La demanda contra la Drummond fue interpuesta por Claudia Balsero Giraldo —familiar de una de las víctimas de las AUC— quien solicitaba que Uribe declarara sobre los nexos entre los paramilitares y la Drummond, que habrían desembocado en unos 70 asesinatos perpetrados a principios de la década pasada en el departamento del Cesar.