La ola de violencia que sufrió el pasado martes el vecino Ecuador con ataques simultáneos de grupos armados que asaltaron centros comerciales, se tomaron las calles, irrumpieron en un canal de televisión en Guayaquil y llevaron a cabo motines en seis cárceles del país, entre otros, tiene profundas implicaciones en Colombia.
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De acuerdo con las autoridades ecuatorianas, estos grupos criminales tienen nexos con carteles mexicanos, organizaciones europeas de narcotráfico, disidencias de las FARC y estructuras paramilitares colombianas. De hecho, los analistas señalan que la violencia del narcotráfico en Colombia ha traspasado las fronteras y Quito, además, ha anunciado la repatriación de 1.500 presos colombianos cuyos expedientes tienen que ver con actividades delincuenciales de alta gravedad.
Por ahora, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, declaró la existencia de un 'conflicto armado interno' y ordenó a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones militares para contenerlo. La Cancillería de Colombia rechazó los actos de violencia y respaldó al gobierno de Quito. Entre tanto, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, confirmó que Ecuador pidió repatriar 1.500 presos en medio del plan de expulsar próximamente y de manera masiva a todos los presos extranjeros con el fin de recuperar la seguridad en las cárceles del vecino país.
'Los que tienen este momento una sentencia ejecutoriada de cinco o más (años) van a ser expulsados del país, (son) aproximadamente 1.500 personas que vinieron a este país a delinquir y no son delitos sencillos, son delitos graves', dijo Noboa. A lo que Osuna respondió: 'Tenemos plena disposición a cooperar en una situación que puede tener un talante humanitario, que personas colombianas condenadas en Ecuador puedan pagar la parte de la pena que les falte en una cárcel cerca de su núcleo familiar', pero explicó que habrá que revisar caso por caso: 'Hay unas circunstancias objetivas en la ley, como que lo solicite la persona privada de la libertad, no es por iniciativa gubernamental; que haya pagado más de la mitad de la pena, que el gobierno del país donde está esté de acuerdo y que las autoridades colombianas verifiquen esas situaciones'.
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Entre tanto, las autoridades ecuatorianas han identificado más de 20 grupos criminales en el país, en medio de una crisis de seguridad que se ha intensificado desde 2019 y que ha sido impulsada principalmente por la banda criminal Los Choneros, así como Los Tiguerones, Los Lobos y Los Lagartos.
En Colombia el nexo de estos grupo lo tienen los grupos armados y criminales que operan en los departamentos fronterizos de Nariño y Putumayo, como los Comandos de la Frontera de las disidencias de las FARC y la banda paramilitar de La Constru, que operan allí desde mediados de 2020 gestionando laboratorios de procesamiento y cultivos de coca, y compiten con el Frente 'Carolina Ramírez'.
Pero los delincuentes ecuatorianos también han pasado la frontera colombiana y, por ejemplo, en 2013 Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, líder de Los Choneros, fue capturado en Bogotá, liberado en junio de 2020 y asesinado ese mismo año en Ecuador, lo que desencadenó una espiral de violencia carcelaria. Su sucesor, alias Fito, es considerado el líder de la actual crisis de seguridad a raíz de su fuga.
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Entre las principales reacciones que ha producido en Colombia la ola de violencia en Ecuador, el expresidente Iván Duque manifestó: 'Todo mi respaldo al presidente de Ecuador Daniel Noboa (@DanielNoboaOk), quien está enfrentando con determinación y valentía el crimen organizado y a esa nefasta relación de mafia y política que amenaza el estado social de derecho y a la democracia'
El expresidente y Premio Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, escribió: 'Total respaldo al gobierno del Ecuador y solidaridad frente a los recientes actos de violencia. El gobierno colombiano debe brindar todo el apoyo necesario'.
Y el ex comandante del Ejército, el general retirado Eduardo Zapateiro alertó: 'No puede pasarnos lo que hoy estamos viendo en el vecindario'.
