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A pesar de que el acuerdo de paz de 2016 con la guerrilla de las FARC tenía un capítulo dedicado a los pueblos étnicos, este es uno de los que más retrasos tiene en su implementación y tampoco ha impedido que el conflicto continúe afectando a los indígenas más que a otras comunidades.

Así lo manifestó el relator de la ONU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, José Francisco Calí, quien se mostró alarmado sobre todo por la situación de mujeres y niños y también ante el reclutamiento forzado de menores, incluso de seis años, por parte de grupos armados ilegales, situación que afecta especialmente a los indígenas y que en ocasiones se hace para 'obtener inteligencia', alejando por algunas semanas a los niños de sus familias para que sirvan de informantes.

Sin embargo, en muchas ocasiones, los niños y niñas reclutados no son aceptados de vuelta en sus comunidades por la desconfianza, lo que 'los coloca en una situación de abandono y los lleva a la indigencia, adicción o inclusive la prostitución'.

Además, por miedo a estos reclutamientos, otra de las consecuencias 'alarmantes' es 'el reciente y acelerado incremento de las tasas de suicidio entre menores de edad', añadió.

También es alarmante la violencia sexual hacia las mujeres y niñas indígenas: 'Hay información de violencia sexual en todos los territorios que se está usando como arma de guerra', recordó el relator.

Por otro lado, Calí subrayó que muchos indígenas se sienten 'frustrados' porque no pueden participar 'eficazmente' en las nuevas negociaciones de paz, ante el miedo de que les vuelvan a dejar de lado.