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Tras el asesinato de Élmer Fernández, director de la cárcel La Modelo de Bogotá, el Inpec decretó en la tarde de este jueves una emergencia carcelaria en Colombia.

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“Le hemos pedido a la UNP y a todas las autoridades investigativas y judiciales que adelanten las investigaciones para poder determinar todas las hipótesis sobre lo ocurrido”, solicitó el director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, quien reveló que van más de 550 amenazas de muerte contra funcionaridad de la entidad.

En este sentido, según Gutiérrez, la emergencia se decretó con el objetivo de 'articular las capacidades de otras instituciones porque en el Inpec no tenemos todas las capacidades para poder salvaguardar la vida de todos nuestros servidores penitenciarios”.

El Gobierno colombiano declaró en febrero pasado la emergencia carcelaria para enfrentar la persecución de bandas criminales a los guardianes de prisiones y combatir la extorsión que se hace desde los centros de reclusión del país, todos con un alto hacinamiento.

La medida se dio luego de una ola de violencia contra los funcionarios del Inpec y que le costó la vida a uno de ellos, llamado Jesús Cárdenas, tiroteado por dos sicarios cuando desayunaba cerca de la cárcel San Sebastián de Ternera, en Cartagena.

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En esa ocasión, el ministro Osuna explicó que se iba a disponer de dinero para comprar equipos bloqueadores de la señal de teléfonos celulares en las cárceles, que son utilizados por presos para extorsionar y planear otras acciones criminales.

El Inpec administra 125 establecimientos carcelarios en todo el país con capacidad para 81.740 reclusos pero en la actualidad albergan a 101.976 personas privadas de la libertad.

Eso significa que la ocupación en las cárceles del país excede su capacidad en 20.236 internos, lo que equivale a un hacinamiento del 24,7 %, clasificado como alto por el Inpec.