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Los últimos dos meses en el convulso departamento del Cauca han dejado preocupantes cifras que han golpeado duramente la credibilidad del gobierno de Gustavo Petro. El Estado Mayor Central, la mayor disidencia de las Farc, que es liderada en esta región por alias Iván Mordisco, ha estado detrás del secuestro de dos fiscales, el asesinato de al menos ocho soldados profesionales y dos policías, y la muerte de un menor de 12 años tras la activación de un artefacto explosivo en la vía que conecta a Miranda con Corinto, una serie de hechos que ha puesto en tela de juicio la actual política de seguridad.

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Además, de acuerdo con información entregada por Indepaz, en lo corrido del año 11 líderes sociales y 3 firmantes de paz han sido asesinados.  También se han registrado cuatro masacres con un saldo total de 14 víctimas. 

El caso de sangre más reciente corresponde a la muerte del soldado Pedro Pablo Sánchez Golondrino, que según fuentes castreneses  murió mientras adelantaba operaciones por la protección de los habitantes de la vereda La Fonda, del municipio de Patía, Cauca. Otro soldado resultó herido y fue evacuado de la zona para recibir atención médica.

En esta misma semana, tropas del Ejército sostuvieron combates contra los frentes Dagoberto Ramos y Carlos Patiño del EMC en zona rural de los municipios de Santander de Quilichao y Patía, respectivamente.

“Se han tomado decisiones para que las capacidades, equipos, medios aéreos y personal tanto de Fuerzas Militares como de Policía se incrementen en el norte del Cauca y en el sur del Valle del Cauca”, manifestó el ministro de Defensa, Iván Velásquez, en referencia a la intensificación de la ofensiva contra esta disidencia de las Farc en las últimas semanas.

De hecho, los enfrentamientos de este martes suceden días después de los ataques en varios municipios del Cauca: uno el lunes en el municipio Morales, que dejó cuatro muertos, y otro el viernes anterior en Miranda, con dos víctimas mortales, entre ellos un niño.

El lunes también resultaron heridas seis personas por la detonación de una motocicleta-bomba a las 6:15 de la mañana en cercanías de un hotel donde se hospedan uniformados que están fortaleciendo la seguridad del municipio de Jamundí, en el departamento de Valle del Cauca.

Además, hubo un hostigamiento a una subestación de la Policía en el pueblo de Robles, que hace parte de Jamundí, controlado sin mayores problemas por las autoridades.

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Debido a lo anterior, el presidente Gustavo Petro ordenó una ofensiva contra los integrantes del EMC en el sur del país, que en la actualidad no tienen silla en la mesa de diálogo que el Gobierno tiene con la disidencia.

En este sentido, más de 500 soldados integran los pelotones con los cuales el Ejército Nacional busca frenar la arrremetida de los grupos al margen de la ley en esta zona, donde hay presencia del EMC, el ELN y la Segunda Marquetalia.

“Las tropas que integrarán los diferentes batallones tienen como misión especial velar por la protección de los caucanos, empleando sus capacidades diferenciales, entrenamiento y maniobras en operaciones rurales y semiurbanas, fortaleciendo la seguridad en las zonas periféricas y asegurando los activos estratégicos presentes en esta región del país”, informaron las Fuerzas Militares. 

“Los militares estarán haciendo presencia en diferentes zonas, municipios y puntos estratégicos, complementando las labores que vienen haciendo las unidades en pro de la seguridad de los pobladores, especialmente en los municipios de Suárez, Morales, Corinto y Caloto, en el norte del departamento, y poblaciones como Balboa y Patía, en el sur. Este despliegue también comprende las labores coordinadas que se estarán llevando a cabo con la Policía Nacional en diferentes sitios del departamento donde se requiera su apoyo”, agregaron.

Además, el Gobierno ofrece una recompensa de hasta 500 millones de pesos por información que permita la captura de los máximos cabecillas del frente Jaime Martínez de las EMC. 

Cabe recordar que el Ejecutivo considera que este grupo está dividido en dos: el que comanda ‘Iván Mordisco’, que opera en el centro, suroeste y parte del sur del país y del que forman parte los frentes más beligerantes como el Dagoberto Ramos o Jaime Martínez, y el que opera en el Magdalena Medio y Catatumbo, y en el centro-sur del país, que es comandado por Andrey Avendaño.