El Gobierno Nacional instalará una mesa formal de diálogos con el Frente Comuneros del Sur, una especie de disidencia del Ejército de Liberación Nacional, ELN, en el departamento de Nariño.
Otty Patiño, alto comisionado para la Paz, explicó que, por orden del presidente Gustavo Petro, las Fuerzas Militares no realizarán operaciones contra altos objetivos de 'valor estratégico' en el territorio.
Un primer encuentro hace meses del Gobierno, el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, y el Frente Comuneros del Sur, causó descontento en el mando nacional del ELN.
Por esa razón, desde enero no se han celebrado ciclos formales de diálogos con el Gobierno -aunque sí se han hecho reuniones e incluso se firmó el primer punto de la agenda de paz- y las negociaciones están estancadas pese a que hay temas apremiantes que solucionar.
El ELN quiere una negociación nacional liderada por su equipo negociador y no que haya acercamientos regionales con frentes o grupos que supuestamente dicen haber pertenecido a esa guerrilla.
El cese del fuego bilateral con el ELN venció el pasado 3 de agosto y no se ha podido prorrogar. El grupo armado solicitó esta semana al Gobierno que lo retire del listado de grupos armados organizados (GAO) para reanudar la tregua.
“El Gobierno ha mostrado su voluntad de avanzar en ese terreno (el cese el fuego) puesto que tiene un interés prioritario y es la protección de las comunidades en los territorios”, explicó el senador de izquierdas.
En este sentido, el senador Iván Cepeda aseguró que el Gobierno “no está cerrado a ninguna discusión de temas que ya se han abordado en la mesa como la caracterización del ELN como organización”.
“Estamos en ese proceso de intercambio. Esperamos muy pronto tener respuesta sobre esta fase que consideramos es crucial para el proceso”, concluyó.
Mientras el Gobierno envía señales para avanzar en los diálogos de paz a través de una salida negociada, el ELN culpa al Gobierno del posible fracaso y hace exigencias.
En mayo pasado ese grupo puso cuatro condiciones para seguir en la mesa: retirar al ELN de la lista de grupos armados organizados, asegurando que son rebeldes y no un grupo narcotraficante.