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Miembros de la comunidad hispanoamericana en Sídney se congregaron este domingo en la catedral Saint Mary para la celebración de una misa en memoria de una familia colombiana, cuya trágica muerte se atribuye a la inhalación de gas.

Las autoridades encontraron el pasado lunes los restos mortales de los cuatro miembros de la familia Manrique Lutz en su vivienda del barrio de Davidson, en el norte de la ciudad australiana.

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Las víctimas fueron identificadas como Fernando Manrique, de 44 años; María Claudia Lutz, 43; y sus dos hijos, Elisa de 11 y Martín de 10, quienes tenían problemas severos de aprendizaje y se cree que eran autistas.

La Policía sospecha que se trata de un caso de homicidio y suicidio y que la familia murió por un acto deliberado de intoxicación por gas en la vivienda, donde también estaba muerto el perro de la familia y no se hallaron signos de violencia ni lesiones visibles.

El recinto religioso donde se celebró la ceremonia 'estaba repleto de gente', entre ellos la cónsul de Colombia en Sídney, Nancy Benítez; y todo el personal de su legación; así como psicólogos y líderes de la comunidad latinoamericana, explicó la organizadora de la misa, la trabajadora social Isabel Almendrades.

'Hemos pedido por el descanso eterno (de la familia) y también venimos a demostrar solidaridad con sus familiares en Colombia. Queremos que vean que si bien ellos no tenían familia acá en Australia, la comunidad está para dar su apoyo', remarcó Almendrades.

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La trabajadora social, de nacionalidad peruana y quien asesoró a los Manrique Lutz cuando llegaron a Sídney hace más de una década, explicó que 'mucha gente de la comunidad está conmocionada y afectada' porque piensan 'en la soledad por la que pasó esta familia y los problemas por los que pasaron sin pedir ayuda'.

Almendrades también pidió respeto por la intimidad de la familia y no apresurarse a juzgarlos, ya que los Manrique Lutz como muchos hispanoamericanos llegan a Australia 'con las mismas ilusiones' en busca de una vida mejor o una aventura.