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Una importante estatua de la hermanastra del faraón Tutankamón será restaurada por los daños sufridos tras ser robada del museo de Malaui (al sur de El Cairo) y recuperada recientemente, informó hoy a Efe un responsable del Ministerio de Antigüedades.

'La pieza se rompió en tres trozos y fue hallada escondida en un lugar del zoco cairota de Jan al Jalili -en el casco histórico islámico-, pero ahora se encuentra en un almacén para ser restaurada antes de volver a exhibirla', precisó el jefe del departamento de Museos del ministerio, Ahmed Sharaf.

Sharaf explicó que la estatuilla de Ankesenamon (o Ankesenpaton) fue robada por tres hombres en el museo de la ciudad de Malaui, situada en la provincia de Minia, a unos 250 kilómetros de El Cairo, y uno de ellos la mantenía oculta en Jan al Jalili para venderla.

Fuentes de seguridad citadas por la agencia de noticias egipcia Mena informaron hoy de que un fontanero de Minia robó la pieza y que otros dos hombres, uno de ellos también de Minia y otro que trabaja en una cafetería en El Cairo, le ayudaron a ocultarla.

El ministro de Antigüedades, Mohamed Ibrahim, anunció el domingo pasado en un comunicado la recuperación de la estatua y destacó que estaba considerada como una de las piezas más importantes del museo de Malawi.

Asimismo, reveló que la recuperación de la estatuilla se produjo después de que uno de los integrantes del grupo de ladrones, que fue detenido por la policía, confesara el lugar donde la mantenían oculta.

El ministro señaló también que hasta ahora han recuperado 800 piezas de un total de 1.050 que fueron robadas del museo.

Sharaf precisó en la misma nota que la estatuilla, que está esculpida en piedra caliza y tiene una altura de 32 centímetros, representa a la hija del faraón Akenatón y hermanastra de Tutankamón desnuda y de pie sobre una base, con la mano derecha sosteniendo una ofrenda y la izquierda extendida sobre su costado izquierdo.

Akenatón, conocido también como Amenofis IV, fue uno de los faraones más importantes del Imperio Nuevo (1539-1075 a.C.), por ser el primer monarca que instauró el monoteísmo.

El rey eligió el disco solar, Atón, como el dios de una nueva religión con una única divinidad.

Sus antepasados Tutmosis IV y Amenofis III ya habían empezado a desarrollar el culto a Atón, pero fue Amenofis IV quien lo institucionalizó.