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La canciller, negociadora y ahora integrante de la comisión de diálogo con el No, María Ángela Holguín, admitió que el Gobierno no tenía plan b tras el plebiscito: 'pensamos que Colombia quería la paz'.

'Desafortunadamente no teníamos plan b. Difícilmente a uno se le puede pasar por la cabeza que después de 52 años de guerra le digan no a querer vivir en paz, y no le digan no a más muertos, más mutilados, más cultivos ilícitos. Le tengo que reconocer que pensamos que Colombia era un país que quería vivir en paz', dijo la ministra de Relaciones Exteriores desde el Palacio de San Carlos.

No obstante, reconoció que 'este es un tema de lo que sienten los colombianos contra las Farc: odios, rencores, venganzas que no hemos podido superar', pero también puso de presente que 'el riesgo del plebiscito era que la gente contestara por otras cosas que no le estaban preguntando, porque aquí también la gente estaba dando otra respuesta por otras situaciones distintas de si querían la paz o no'.

Y frente a la pregunta de qué pasará si las Farc y los uribistas no llegan a un acuerdo, advirtió: 'dijeron que el Gobierno estaba siendo amenazante con lo que le voy a contestar, pero en realidad si no hay posibilidad todo vuelve a como estaba antes', y señaló que 'la responsabilidad ahora no sólo está en manos del Gobierno sino en los colombianos y las fuerzas políticas que no estaban de acuerdo con los acuerdos, por eso que pasen el listado de cuáles son los puntos a ver si las Farc están dispuestos a abrir una negociación nueva'.

De cara al diálogo con el No, explicó la ministra que 'el presidente ha dicho que el Gobierno está en la disposición de oír ese No que el pueblo colombiano decidió el domingo pasado, y ese listado de puntos en los cuales no hay satisfacción tanto del Centro Democrático como de las facciones políticas que lo apoyaron'.

Al interrogante de qué tan viable es que se renegocien los acuerdos, respondió que 'la decisión sobre si se abren o no los acuerdos es más de las Farc, y precisamente los doctores De la Calle y Jaramillo están en un reunión con ellos en La Habana, porque ya se cerró el acuerdo y fue lo que se firmó el pasado 26 de septiembre', y agregó que 'lo que pasa es que así como el Gobierno tenía unas líneas rojas, las Farc también tienen unas líneas rojas y hay que ver si ellos están dispuestos a abrir el acuerdo'.

Acerca de la reacción de los demás países por el triunfo del No, contó: 'la comunidad internacional está aterrada, y todas las llamadas que he tenido son de decepción y de que no entienden cómo un país tome la opción de no hacer la paz, pero al mismo tiempo muy apoyadores, y diciendo que ojalá las fuerzas políticas tengan la madurez para poderse sentar rápidamente y mirar cómo se puede retomar el camino del fin del conflicto'.

Además, dijo que los fondos que se habían anunciado para el posconflicto por parte de varios países 'quedan congelados, tanto el fondo europeo y los demás países van a esperar a ver qué pasa, y en cuanto a la ONU, como permanece el cese al fuego, ellos están en el monitoreo de ese cese, aunque la resolución de la ONU dice que es por un acuerdo de paz, y en este momento no hay, así que tendrán que estudiar cuánto tiempo pueden permanecer'.

Vea: Fondos de cooperación internacional quedan 'congelados' por triunfo del No

Señaló que los diálogos con el No deben llegar a un término prontamente: 'no puede ser que duremos meses y los promotores del No deben tener claridad en cuáles son los puntos que necesitan revisar, y ellos deben tener eso muy claro porque han trabajo mucho por eso'.

Frente a uno de los temas que se abre como de más discordia en la discusión, como es el de la cárcel para la guerrilla, reiteró que 'sobre la cárcel se discutió mucho con las Farc, y ellos han dicho que cárcel no y restricción de la libertad sí'.

Y acerca de la propuesta de la inclusión en los diálogos con el No de otras fuerzas políticas y ciudadanas, manifestó: 'creemos que debe haber una unión de todo el país, y aquí lo que está en juego es la paz y esperamos que no se use esto políticamente sino pensar en el país que se ha desangrado en esta guerra de 52 años. Todos quieren tener voz, y vamos a ver en la reunión que tendremos con el Centro Democrático, que ojalá sea pronto, pero mientras más voces es mejor'.

Finalmente, negó los rumores de que hubieran ella o él resto del gabinete, a excepción de la ministra de Educación, Gina Parody, presentado la dimisión: 'no ha habido renuncia, y lo que le hemos dicho al presidente es que todos estamos disponibles para lo que necesite'.