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Entre los miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) existe una menor unanimidad acerca de la paz que entre los de las Farc, dijo hoy a Efe el analista León Valencia.

'En el ELN hay mucha menos unanimidad frente a la paz que en las Farc; hay muchas críticas y opiniones muy distintas', señaló el analista de la Fundación Paz y Reconciliación, especializada en el conflicto armado, y recordó que en el seno de esa guerrilla hay varios 'grupos que tienen un poder militar'.

El Gobierno colombiano y el ELN, la segunda guerrilla del país, anunciaron ayer que iniciarán una fase pública de diálogos de paz en Quito el próximo 27 de octubre.

El 30 de marzo pasado ya habían anunciado que comenzarían la fase pública, pero la apertura oficial se ha rechazado por la exigencia del Gobierno de que esa guerrilla liberara a las personas que mantiene secuestradas.

En este sentido, Valencia destacó que ha sido más difícil construir una agenda de negociación con el ELN porque 'tienen que hacer mucha consulta para hacer cualquier acuerdo', al ser una guerrilla mucho más descentralizada que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

Ese carácter menos jerarquizado y cohesionado es el que facilita que surjan disidencias, mientras que en las Farc hubo muy pocas disidencias tras la firma del acuerdo de paz con el Gobierno.

'Aquí pueden presentarse disidencias más grandes', afirmó Valencia, para quien la principal preocupación es Gustavo Aníbal Giraldo Quinchía, alias 'Pablito', el hombre fuerte de la guerrilla en el departamento de Arauca, su gran bastión.

Para el analista, el primer desafío que deben superar las partes es 'encontrar una metodología para la participación ciudadana', que precisamente es el primer punto de la agenda y una de las exigencias del ELN.

La guerrilla quiere una participación más decisiva de la ciudadanía y que haya mesas de trabajo que 'produzcan ideas (...) que sean base de la negociación', explicó.

Los negociadores también deberán sortear 'un tema muy espinoso', el minero-energético, que Valencia considera que el ELN pondrá sobre la mesa.

En opinión del analista, que en su juventud formó parte de esa guerrilla, en la mesa de diálogos también tendrán que buscar cómo 'sintonizarse' con la negociación que durante casi cuatro años mantuvieron el Gobierno y las Farc en Cuba.

Deberán analizar 'cómo leer los acuerdos' alcanzados en los diálogos de La Habana y 'acoger lo que en materia de justicia, fin del conflicto o víctimas dicen e incorporarlos a este acuerdo'.

Todo ello deben hacerlo 'en el menor tiempo posible' para que el acuerdo de paz con el ELN 'no entre en medio de las elecciones presidenciales de 2018 y se convierta en elemento de debate de la campaña'.

En cualquier caso, Valencia detalló que en una coyuntura como la que se vive actualmente en Colombia, donde el Gobierno y las FARC alcanzaron un acuerdo de paz que fue rechazado en plebiscito y ahora se encuentra en un limbo mientras el Ejecutivo dialoga con los opositores, es importante que el ELN se sume al proceso de paz.

En caso de que no lo hicieran 'podrían crecer militarmente y copar espacios de las FARC', advirtió.

'Es una buena noticia que (el ELN) no trate de fortalecerse militarmente y reemplazar a las FARC en muchos territorios', concluyó el analista.