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Con el discurso quizá más difícil de sus cuatro años de mandato, por las numerosas reacciones e interrupciones de la fortalecida bancada del gobierno electo, el presidente Iván Duque instaló este miércoles 20 de julio el nuevo Congreso de la República.

En 40 minutos el jefe de Estado hizo su último pronunciamiento ante el Capitolio Nacional, que arrancó pasadas las 5 de la tarde, en lo que supuso un retraso de dos horas del evento, realizado como es tradicional en el Salón Elíptico, esta vez repleto de la más numerosa representación legislativa de las últimas décadas, pues estuvo nutrida con la presencia de las 16 curules de paz, resultado del Acuerdo de Paz de La Habana.

Ante un recinto plagado de carteles con imágenes de los líderes sociales asesinados, que sostenían los partidos opositores al ‘duquismo’, y otros que decían 'por la vida' y 'no al hambre', así como los del Centro Democrático que rezaban: 'dos visiones, un mismo país', el jefe de Estado entró acompañado por la comisión parlamentaria que lo acompañó desde la Casa de Nariño y saludó a algunos legisladores al ritmo de las tonadas que interpretaba la Banda Sinfónica del Tolima.

El mandatario lucía en el preámbulo una sonrisa nerviosa porque sabía que era la primera vez que se enfrentaba a un Congreso con una coalición mayoritaria de la que antes era la oposición a su gobierno.