Armando Bendetti confirmó este lunes, a la salida de su reunión en la Casa de Nariño con el presidente Gustavo Petro y la directora del Dapre, Laura Sarabia, que ha renunciado a la embajada de Colombia ante la FAO en Roma para ocupar un cargo como asesor político del jefe de Estado.
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“Acabo de renunciar ante el presidente de la República para tomar algunas funciones como asesor directo de él”, señaló Benedetti.
El polémico político fue uno de los mayores apoyos de Petro para las elecciones de 2022. Fue su primer embajador en Venezuela, cargo que dejó en medio de un escándalo de escuchas ilegales e incluso amenazó con revelar supuestas irregularidades de la campaña del actual mandatario.
Benedetti explicó que comenzará sus funciones este martes y que su oficina quedará al lado de las del presidente Petro y de Sarabia, con quien ha tenido fuertes roces.
“Llego en calidad de asesor político del presidente de la República debido a la amistad y a la cercanía que tengo con él”, recalcó en declaraciones a periodistas, e indicó que, entre sus funciones -que no sabe si las realizará como contratista o como empleado público- estará la de estrechar relaciones con el Congreso.
“Se necesita un poco más de experiencia de relacionamiento con el Congreso, no solamente es de ‘politiquería’ o ‘mermelada’ como a veces tontamente se ha dicho”, dijo Benedetti.
También aclaró que antes de regresar al país estuvo 35 días en un centro de rehabilitación para tratar su adicción a las drogas y al alcohol y recalcó que fue una “decisión de familia” para lograr su rehabilitación.
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“Es una rehabilitación también con Laura Sarabia”, con quien mantuvo un enfrentamiento verbal cuando esta era la jefa del gabinete de Petro y ambos se vieron involucrados en un escándalo de escuchas ilegales.
En su carta de renuncia, Benedetti hizo un balance de su gestión como diplomático ante la FAO, donde llegó después de que el Gobierno reabriera esa misión que estaba cerrada desde 1999, y aseguró que junto a Brasil, Ecuador, Bolivia y Perú, “pudimos establecer un principio fundamental en las discusiones relacionadas con la Amazonía”.
“Logramos que cualquier tema, proyecto, política o decisión que involucre directa o indirectamente a esta región de importancia estratégica y ecológica global, deba ser discutido y aprobado en consulta con los países amazónicos”, añadió en su carta.