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Tras el naufragio de la reforma tributaria, el Gobierno Nacional jugará afanosamente sus cartas para sacar in extremis dos de sus reformas: la política, que está virtualmente hundida, y la de salud 2.0, que se debatirá en sesiones extraordinarias.

El ejecutivo, en cabeza del ministro Juan Fernando Cristo, está optimista de que sus iniciativas puedan obtener el respaldo necesario del Congreso, pero lo cierto es que en los pasillos del Capitolio Nacional no existe mayor ánimo para debatir tras los recientes escándalos de corrupción, que motivaron la salida de Ricardo Bonilla, y por los improperios recientes del presidente Gustavo Petro contra congresistas de oposición y sectores indepedientes.

El primer turno

La reforma política del gobierno del presidente Gustavo Petro se encuentra gonizando luego de que se quedara sin ‘quorum’ este jueves en su cuarto debate en la plenaria del Senado.

Para ser aprobada requeriría de una aprobación exprés este lunes, día en que culmina el periodo legislativo y por ello también día cargado de conciliaciones, proyectos y objeciones.

“Hundida la reforma política. Increíble, el Pacto hundió la reforma del Pacto. El ministro Juan Fernando Cristo, el viceministro y varios funcionarios de Ministerio del Interior desde temprano velaban por la agenda y especialmente por llegar a este proyecto. Gente de la bancada del Pacto, por demorar proyectos menores y sin conflicto, hicieron levantar la sesión”, aseguró la semana pasada la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde.

Extraordinarias

El segundo debate de la reforma a la salud 2.0, una de las iniciativas más cuestionados en el Gobierno de Gustavo Petro, sigue estancando en la Cámara de Representantes.

Debido a lo anterior, el ejecutivo convocó al Congreso a sesiones extraordinarias con el objetivo de evitar que el proyecto también de ley también sea hundido.

En este sentido, el Gobierno espera que la discusión se reanude este lunes y, entre martes y jueves, días de sesiones extras, se logren los consensos necesarios para que avance al Senado. Sin embargo, en el Salón Elíptico se ha caidó el ‘quorum’ constantemente, incluso con la inasistencia de congresistas de partidos que se consideran de gobierno, parlamentarios cercanos a la Casa de Nariño.

“El llamado es a que no pupitreen esta reforma. Que no pretendan que, mientras los colombianos están cantando villancicos y haciendo novenas, pupitrear en la Cámara de Representantes una de las reformas más importantes para todos nosotros, solo por los caprichos electorales de los ministros Cristo y Jaramillo. Quieren pasar por encima la posibilidad de tener una discusión a fondo”, exigió el representante del Centro Democrático, Andrés Forero.

A mediados de noviembre pasado, con 14 votos por el sí y 4 por el no, la Comisión séptima de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate la reforma a la salud.