El aterrizaje de Armando Benedetti a la jefatura del despacho de Presidencia sigue haciendo rodar cabezas en el Gobierno Nacional. La ministra de Ambiente, Susana Muhamad y la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dos purasangres de la izquierda, dieron un paso al costado luego caótico consejo de ministros del pasado martes.
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Las funcionarios se unieron a la lista de salientes que fue encabezada por Jorge Rojas, exdirector de Dapre; Juan Correa, exministro de Cultura y Paula Robledo, exsecretaria jurídica de la Casa de Nariño.
El remezón estaba cantado. Al presidente Gustavo Petro, a quien le reclamaron duramente en plena transmisión nacional por el poder de Benedetti y los supuestos malos tratos de Laura Sarabia, no le gustó nada la rebelión de la izquierda y, con el objetivo de lograr “mayor cumplimiento en el programa ordenado por el pueblo”, decidió pedir la renuncia protocolaria a todos los ministros y directores administrativas.
“El gobierno se concentrará completamente en el cumplimiento del programa”, dijo en su cuenta de X.
Sin embargo, Petro no aceptaría las renuncias de todos los funcionarios. La canciller Laura Sarabia, que presentó su carta de renuncia este domingo, seguiría en el Gobierno al igual que Guillermo Jaramillo, ministro de Salud; Iván Velásquez, ministro de Defensa; Daniel Rojas, ministro de Educación, entre otros.
Sin embargo, aceptaría la renuncia de Alexander López Maya, director del DNP. Augusto Rodríguez, director de la UNP, también estaría en la baraja de funcionarios salientes.
Rodríguez, otro hombre de izquierda, mantiene serios reparos con la participación de Benedetti y Sarabia.
Por su parte, Juan Fernando Cristo, ministro de Interior, también dio un costado definitivo del gobierno nacional.
Por otro lado, no hay claridad si el presidente respaldaría la gestión de Angela María Buitrago, ministra de Justicia, quien también expresó su rechazo por la posición de Benedetti.