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Las mujeres que tienen algún familiar en prisión pueden tener mayor riesgo de sufrir diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares debido al incremento del 'estrés psicológico', según un estudio de investigadores mexicanos.

'Nuestra hipótesis es que aquellas personas con esa condición generan un gran estrés psicológico', señaló en entrevista con Efe Martín Lajous Loeza, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y autor principal del estudio.

Tener un familiar en la cárcel representa una situación altamente estresante, lo cual genera cambios fisiológicos que aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón.

Además, las personas sujetas a momentos con mucho estrés suelen recurrir a mecanismos como el consumo de tabaco, la reducción de actividad física o una dieta poco saludable, señaló el epidemiólogo de cáncer y enfermedades crónicas del INSP.

Para el estudio, publicado en la revista American Journal of Public Health, fueron entrevistadas 1.849 mujeres mexicanas con un promedio de 50 años, de las cuales alrededor del 15 % tenían un familiar en prisión.

De este porcentaje, el 40 % percibió que esta situación tuvo 'un efecto severo en su vida'.

En su mayoría eran fumadoras, tenían sobrepeso, diabetes, y habían estado expuestas a violencia con mayor frecuencia que las mujeres sin un familiar en prisión.

Además, tenían una posibilidad del 41 % mayor de tener aterosclerosis de la arteria carótida.

Para detectar la aterosclerosis, el investigador explicó que hicieron ultrasonidos del cuello para ver el engrosamiento de las arterias de la carótida, 'que son un buen indicador de riesgo para tener una enfermedad cardiovascular'.

En tanto que para medir el estrés, se recurrió al análisis de cortisol en pelo, un marcador biológico reciente de la respuesta fisiológica a este sentimiento de tensión física y emocional.

También, las mujeres fueron expuestas a un cuestionario sobre su salud en general, esto para tomar en cuenta otros factores que pudieran haber sido detonantes de las enfermedades.

SALUD MENTAL EN RIESGO

Este estudio, apuntó el especialista, pone en manifiesto la necesidad de fortalecer la atención de la salud mental, más ahora que han ocurrido una serie de cambios en México para términos de justicia.

'Esto presumiblemente va a aumentar la población en reclusión. Es importante el reconocimiento de que el encarcelamiento tiene impactos sociales altos, porque estas personas son miembros de familias y comunidades', apuntó.

La experta del Centro de Investigación y Docencia Económicas y también autora del estudio Catalina Pérez Correa señaló que en México, así como en otros países de Latinoamérica, hay mucha corrupción en las cárceles, lo cual pone en situaciones difíciles a los familiares y les provoca este estrés.

'Es mucho estrés porque las cárceles son lugares peligrosos, donde saben que sus familiares están en condiciones de vulnerabilidad como violaciones y asesinatos. Lo que describen estas mujeres es que tener a alguien en prisión termina siendo el centro de su vida', señaló la experta.

Ante esta problemática, los autores del estudio consideraron necesario revaluar las políticas públicas y fortalecer el bienestar de las comunidades afectadas a través de un abordaje clínico en el modelo de atención primaria que considere el encarcelamiento de un familiar como un determinante social de la salud.

'Tendríamos que minimizar el uso de las cárceles porque no solamente son un castigo para la persona que está en prisión, sino también para sus familiares', sostuvo.