Actualmente la PCR es la técnica de diagnóstico más sensible y específica de la que se dispone en esta pandemia, ya que detecta concretamente secuencias concretas del ARN del SARS-CoV-2, desde la fase asintomática de la incubación hasta varias semanas después de la resolución del cuadro clínico.
Así lo señala el último informe del Grupo de Trabajo Multidisciplinar (GTM) encargado de asesorar al Ministerio de Ciencia español en materias científicas relacionadas con la covid-19.
Este grupo de expertos analiza en esta actualización de su anterior informe los tipos de pruebas diagnósticas.
El alto nivel de transmisión del SARS-CoV-2 ha demostrado la importancia de disponer de test diagnósticos rápidos, sensibles y específicos que puedan identificar a las personas infectadas, así como a aquellos que ya han sufrido la infección y han generado protección inmunitaria, recuerdan los científicos en su informe.
Estos analizan la idoneidad de cada prueba diagnóstica, el momento adecuado para realizarla, su utilidad o las ventajas y desventajas.
PCR, la técnica de referencia
Así, el GTM destaca que la técnica de referencia para detectar la presencia del material génico específico del virus SARS-CoV-2 es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Actualmente, dicen, es la técnica de diagnóstico más sensible y específica de la que se dispone en esta pandemia, ya que detecta concretamente secuencias específicas del ARN del SARS-CoV-2 desde la fase asintomática de la incubación hasta varias semanas después de la resolución del cuadro clínico.
A pesar de su elevada sensibilidad se han descrito -indica el informe- porcentajes variables de falsos negativos debidos a factores asociados con la obtención y procesamiento de la muestra y con la dinámica de la carga viral.
En cuanto a esta última, se sabe que es máxima dentro de los primeros 7 días de la infección, aunque algunas personas infectadas pueden retener material génico del virus hasta pasadas semanas e incluso meses, especialmente en pacientes que no resuelven el cuadro clínico.
Por el contrario, la positividad que se detecta tras la resolución del cuadro clínico se suele asociar a una infectividad mínima o nula, detallan los expertos, que aconsejan que las PCR se realicen 1-3 días después de la aparición de los síntomas para así minimizar los falsos negativos.
Existen otras cuatro técnicas de detección del material génico del virus por técnicas moleculares: amplificación isotérmica, CRISPR, PCR digital y secuenciación del virus.
Antígenos, test rápidos
Por su parte, los test de antígenos se basan en la captura de antígenos específicos del virus mediante sus anticuerpos específicos; se han comercializado diversos 'kits' para la detección de antígenos del SARS-CoV-2, la mayoría de ellos como test rápidos (resultados en 15-20 minutos).
Es importante destacar que estos test solo proporcionan una respuesta a la presencia de la infección y no permiten conocer cuál es el contenido de la carga viral en una muestra, advierten los expertos.
Su sensibilidad se incrementa si se realiza en los 5 primeros días desde el inicio de los síntomas o dentro de 7 días tras una exposición confirmada con un caso covid-19, ya que deben ser muestras con alta carga viral para que el test sea capaz de detectarla.
Hay pocos datos en personas asintomáticas ya que las empresas que han desarrollado estos test no las incluyen como población diana, puntualiza el informe, que añade que deberían usarse para el diagnóstico rápido de la infección, particularmente en circunstancias de transmisión comunitaria alta.
Hay que tener en cuenta que actualmente hay numerosos test de antígenos en el mercado, pero no todos tienen la misma fiabilidad y sensibilidad, por lo que es necesario conseguir antes información.
Anticuerpos, utilidad limitada
Por último, el GTM analiza la detección de anticuerpos o inmunoglobulinas generados frente al virus en muestras de sangre, suero, plasma o saliva, principalmente.
La utilidad de los test de anticuerpos como método diagnóstico es limitada dado que su sensibilidad en la primera semana tras el contagio es baja, pero son esenciales para los estudios de seroprevalencia e inmunización.