La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) dio este lunes su visto bueno a una dosis de refuerzo en la población adulta general con la vacuna de la COVID-19 de Moderna entre seis y ocho meses después de la segunda inyección.
El regulador europeo revisó datos presentados por la farmacéutica estadounidense que muestran que una tercera dosis de este preparado, seis a ocho meses después de la segunda, 'provocó un aumento en los niveles de anticuerpos en adultos' en quienes habían disminuido con el paso del tiempo.
En concreto, la agencia comunitaria afirmó que 'se puede considerar' esa tercera inyección de Moderna, que es la mitad de la utilizada para la vacunación primaria de dos dosis.
Los efectos secundarios con la dosis de refuerzo son similares a los provocados por la segunda, mientras que 'el riesgo de enfermedades cardíacas inflamatorias' y otros efectos adversos 'se están controlando cuidadosamente', asegura la EMA.