Científicos australianos han descubierto que las personas infectadas con malaria exhalan una mayor presencia de ciertos elementos químicos, lo que puede facilitar el diagnóstico con pruebas de aliento, informaron hoy fuentes oficiales.
La agencia gubernamental CSIRO hizo pruebas con voluntarios a los que se infectó de forma controlada con la malaria y se les detectó mayores niveles de cuatro componentes de sulfuro cuya cantidad aumenta de acuerdo con la severidad de la infección.
La cantidad de estos químicos es indetectable para el olfato humano pero con el instrumental adecuado permiten realizar un diagnóstico más temprano que con el método habitual basado en el análisis de la sangre, indicó el CSIRO en un comunicado.
'Lo interesante es que el incremento de estos químicos apareció en momentos muy iniciales de la infección, cuando otros métodos no habrían podido detectar la presencia del parásito en el cuerpo del afectado', dijo el jefe de la investigación, Stephen Trowell.
Los investigadores confían en que el hallazgo permita el desarrollo de un sistema rápido y económico de detección de la enfermedad.
'Estamos trabajando con otros colegas para desarrollar un tipo específico, sensible y barato de biosensores que puedan ser utilizados en una clínica o en el terreno para detectar la malaria con pruebas de aliento', añadió Trowell.
Según la Organización Mundial de la Salud en 2013 se registraron unos 200 millones de casos de malaria y medio millón de muertes debido a esta enfermedad.