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Tras una inédita protesta pacífica de más de 12 horas frente al Ministerio de Cultura en La Habana, unos 300 artistas e intelectuales cubanos esperan abrir un canal de diálogo con el Gobierno de la isla, al que exigen el cese de la censura y la represión.

La concentración - histórica en un país que prohíbe de facto las manifestaciones no oficiales - comenzó con una veintena de personas en torno al mediodía de del viernes y culminó en la madrugada de este sábado con centenares de manifestantes, que celebraron un preacuerdo en el que el Ejecutivo se compromete a dialogar.

Con mascarillas, cánticos y aplausos a intervalos, la multitud se mantuvo firme en su propósito de ser recibidos por representantes de la institución y conservaron la calma, a pesar de un incidente en el que la policía roció gas lacrimógeno a unos jóvenes que intentaban acceder al lugar de la protesta, sin causarles daños físicos.

Bien entrada la noche, una delegación de 30 creadores, entre ellos rostros conocidos como el actor Jorge Perugorría, el director de cine Fernando Pérez y la artista visual Tania Bruguera, se reunió durante más de cuatro horas en las dependencias del Ministerio con el viceministro, Fernando Rojas, y otras autoridades culturales.

En el encuentro, los funcionarios prometieron sentarse en la mesa de conversaciones con una agenda multilateral, empezando con una reunión con el ministro de Cultura la próxima semana, y garantizaron que no habría represalias contra los manifestantes.

También aseguraron que se 'interesarían con urgencia' sobre las situaciones del rapero aficionado Denis Solís, condenado a ocho meses de cárcel por 'desacato', y de Luis Manuel Otero Alcántara, uno de los líderes del Movimiento San Isidro, en huelga de hambre y cuyo desalojo junto a una docena de compañeros de la casa donde se encontraban atrincherados desde hacía más de una semana prendió la mecha de la protesta.

Los activistas vinculados al opositor Movimiento San Isidro se aislaron voluntariamente -cinco en huelga de hambre- en una vivienda de la icónica barriada situada en La Habana Vieja para pedir la excarcelación de Solís y otras reivindicaciones hasta ser desalojados con fuerza por la policía la noche del jueves.

En estos momentos Otero Alcántara se encuentra en un hospital, según fuentes cercanas, aunque se desconoce su estado de salud, mientras el resto de sus compañeros fueron llevados a sus domicilios

La operación policial del jueves, que coincidió con un misterioso apagón temporal de Facebook, Instagram y Youtube en la red móvil cubana, suscitó una oleada de críticas al Gobierno isleño, que se escudó en el 'protocolo Covid' para justificar la salida por la fuerza de los jóvenes acuartelados.

Para una minoría, incluidos varios miembros del Movimiento San Isidro, sentarse a pactar con el Gobierno sin un logro concreto ha sido una 'traición' y no una victoria como claman casi todos los reunidos en el Ministerio de Cultura.