Compartir:

Satisfecho de su trabajo y con muchos proyectos en puerta, el actor mexicano Édgar Vivar aseguró en una entrevista que ha tenido que trabajar el doble para demostrar su versatilidad en la actuación luego de grandes papeles como El Señor Barriga o Ñoño en El Chavo del 8 (1971-1980) por los que es recordado en muchas partes del mundo, incluida Colombia.

'El mayor reto ha sido convencer a los productores de que podía hacer cosas diferentes, como los programas se seguían transmitiendo en televisión, me estaba haciendo competencia a mí mismo y lo sigo haciendo', contó Vivar.

Esta fue la primera prueba que el actor tuvo que atravesar y desde entonces entendió lo fundamental que era aprender a reinventarse.

'Reinventarnos, no queda de otra', dice Vivar, quien se mantiene activo a sus 75 años y en medio de una pandemia con al menos 5 películas cerca de estrenarse, participaciones en eventos internacionales de forma virtual o actuaciones especiales en series televisivas.

La más reciente de ellas es la segunda temporada de Mi querida herencia, una serie a la que llegó como invitado especial y que gracias a su carisma y el cariño del público hacia él fue extendida su participación para la segunda entrega y ya se prepara para la tercera.

'Elías Solorio me invitó de una manera cordial de forma aleatoria y el personaje se fue incrustando un poco en todo este universo y ahora parece ser que vamos para la tercera temporada. Me da mucho gusto, más que nada ver que la aceptación del público', asevera Vivar.

La segunda temporada de la serie protagonizada por Paul Stanley y Roxana Castellanos llegó a su fin este lunes por el canal Las Estrellas y eso hace que el actor se sienta ansioso de saber cómo evolucionará su personaje de notario en la serie.

'No es precisamente juez, es un notario, primero era frío y distante pero parece que empezó a tomar ya partido en la historia, para mí ha sido divertido ir descubriéndolo, estoy a la espera de lo que escribe el autor', dice Vivar.