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Como echar un vistazo a un cuadro del pintor francés Édouard Manet. Así fue este martes la colección de alta costura otoño-invierno que Chanel presentó en la Semana de la Moda de París. Se trata de una paleta de tonos pastel y blancos, cargada de lazos y faldas abombadas.

'Cuando descubrí las imágenes de Gabrielle Chanel vestida en blanco y negro con vestidos del estilo de los años 1880 pensé en los cuadros', indicó la directora creativa de la firma, Virginie Viard.

Con esta colección, Chanel regresó a la pasarela de forma presencial por primera vez en un año, con un desfile de aforo reducidísimo dentro del Palais Galliera, el museo de la moda de la capital francesa en cuya reciente renovación ha sido mecenas la marca.

Los soportales y las escaleras neorrenacentistas de este palacete blanco, situado cerca de los Campos Elíseos, sirvieron de escenario a la firma, obligada a dejar atrás su adorado Grand Palais, donde suele mostrar sus creaciones, cerrado por obras hasta 2024.

Nada que pueda asustar a la poderosa marca francesa que ha debido adaptarse en el último año y medio a las incomodidades derivadas de la pandemia.

La colección encajó bien en los muros blancos del palacio, recreando el ambiente invernal y poético buscado por Viard, que se inspiró en los cuadros de Berthe Morisot, Marie Laurencin y Édouard Manet. 

'Me inspiré también en los jardines ingleses. Me gusta mezclar un toque del estilo inglés con un estilo muy francés. Es como combinar lo masculino y lo femenino, que es lo que he hecho en esta colección también'.