Frente a la tesis general de que los problemas de salud de Elvis Presley fueron efecto de su adicción a las drogas, la periodista e historiadora Sally Hoedel acaba de publicar una nueva biografía en la que afirma que la estrella del rock and roll murió porque tenía 'malos genes'.
Así, en su libro ‘Elvis: destined to die Young’ (Elvis: destinado a morir joven, en español), considera que las afecciones del cantante, más allá de los excesos a los que tiende la fama, podrían haber partido de sus abuelos maternos, que eran hermanos.
Asimismo, señala que muchos miembros de la familia por parte de su madre murieron antes de tiempo, a los 42 años, incluidos tres de sus tíos.