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Prometió que pondría a 'Medallo en el mapa', y lo cumplió. Maluma le regaló a Medellín un concierto histórico con una potente descarga de reguetón que sirvió de hilo conductor para reconstruir sus diez años de carrera y concluir su inolvidable show con la reina de reinas: Madonna.

Su encuentro con los 54.000 espectadores que colmaron el estadio Atanasio Girardot fue estremecedor. Apenas pudo cantar la entrada de su éxito Hawái antes de caer de rodillas conmovido hasta las lágrimas por cumplir el 'sueño' de cantar en su ciudad natal convertido en una estrella mundial.

Enfundado en un traje rosado, a juego con su cabello teñido, y con un ostentoso colgante en representación de su perro, un dóberman llamado Buda, Maluma volvió a pisar el Atanasio tras once años en un espectáculo en el que no faltó detalle, incluida una grúa desde la que bajó de la parte alta del estadio.

El show estuvo precedido por un video en el que participaron artistas de la talla mundial de Shakira, Jennifer López y J Balvin como antesala a la aparición de 'Papi Juancho', nombre que ha venido empleando el artista colombiano y que da título a su último álbum, que se apoderó del escenario instalado en forma de cruz.