La escritora colombiana Piedad Bonnett recibió este martes de manos de la reina emérita de España el premio de Poesía Iberoamericana Reina Sofía, en una ceremonia en el Palacio Real de Madrid en la que definió la poesía como un acto de resistencia frente a la mentira, la verborrea y la banalidad.
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La reina Sofía dio la enhorabuena a Bonnett (Almafi, Colombia, 1951) por el “merecido reconocimiento” que le fue concedido el pasado mes de junio, en la XXXIII edición de este galardón que, organizado por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, es el más prestigioso de la poesía en español y portugués.
El premio reconoció la aportación de la escritora colombiana al patrimonio cultural común de España e Iberoamérica, así como la profundidad y belleza con la que se acerca a la vida y por ser capaz de convertir “el dolor en arte”, según destacó el jurado.
Tras recoger el premio en el Salón de Columnas del Palacio Real, la escritora colombiana pronunció un discurso en el que señaló cómo “en un mundo en que la solidaridad social está siendo destruida por el espíritu de la competencia y la pauperización de la vida en aras del rendimiento, la poesía señala esas y otras soledades”.
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Soledades como “la de los ancianos recluidos en las celdas asépticas de los geriátricos para liberarse de su peso; la de los migrantes que atraviesan mares y desiertos buscando una vida digna y se encuentran con el muro de la discriminación y el aislamiento; la de las mujeres condenadas al encierro, a las que se les prohíbe el conocimiento, la palabra pública y hasta el canto.”, indicó la poeta.
Y aunque la poesía “no puede cambiar el mundo” sí puede “ampliar los límites de nuestra sensibilidad y de nuestra conciencia”, señaló Bonnett, que aseguró que Colombia es “un país que no se resigna a la violencia, pero que parece condenado a ella”.
Ana de la Cueva, presidenta de Patrimonio Nacional, la definió como una autora que ha dado voz a una generación de mujeres educadas en la sumisión y que han expresado su rebeldía. Con 39 años, recordó, decidió empezar a publicar y reflejar en su obra la identidad femenina en un país lleno de dureza y esperanza.
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Una autora que, señaló De la Cueva, sigue inmersa en la realidad de Colombia, cuya historia deja huella en sus personajes, “mujeres condicionadas por la violencia a la que tantas veces son sometidas”.
Por su parte, el rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, indicó cómo Bonnett destaca el “poder medicinal de la poesía” y cómo su lectura sirve para “sanar heridas y ofrecer consuelo”.