Samsung presentó este domingo en Barcelona la nueva generación de sus teléfonos estrella, Galaxy S7 y S7 Edge, que llegarán con resistencia al agua, mayor potencia y una cámara más rápida.
Pero el S7 ha contado con un competidor en su día grande: el consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, subió al escenario de Samsung para hacer una enérgica defensa de la realidad virtual.
'Va a ser la plataforma más social', 'tiene el potencial de cambiar nuestras vidas', 'va a ser el próximo gran contenido', dijo, para alabar a continuación los esfuerzos de la tecnológica coreana para llevar esta tecnología al ámbito móvil con el casco Gear VR.
Samsung aprovechó la jornada previa al arranque del Mobile World Congress (MWC) para enseñar Gear 360, una pequeña cámara circular para tomar fotos y grabar vídeos de 360 grados.
La curva sigue siendo bella para Samsung, que ha desterrado de sus nuevos teléfonos cualquier angulosidad y ha optado por el formato esférico para su cámara Gear 360.
El terminal insignia de la coreana, con permiso de su hermano Galaxy Note, vuelve a desdoblarse en dos versiones: el S7, con pantalla de 5,1 pulgadas y estructura convencional, y el S7 Edge, de 5,5 pulgadas y con bordes de pantalla curvados e interactivos.
Los principales cambios que introduce el Galaxy S7 son internos y tienen que ver con potencia, autonomía y óptica.